Reino Unido espera impaciente el nombre del bebé de Enrique y Meghan
Reino Unido esperaba el martes con impaciencia descubrir el rostro y el nombre del primer bebé del príncipe Enrique y su esposa Meghan, que nació la víspera en un lugar mantenido en secreto y que dio lugar a mucha especulación.
Todo sonrisas, el duque de Sussex anunció el lunes por la tarde el nacimiento de su hijo varón a las cámaras de televisión cerca del castillo de Windsor, a unos 40 km al oeste de Londres.
Enrique, de 34 años, afirmó estar feliz y fascinado por su primer bebé "que es absolutamente irresistible". También dijo estar "increíblemente orgulloso" de su esposa, la exactriz estadounidense de 37 años que el lunes, a las 05H26 locales (04H26 GMT), dio a luz a un niño que pesó 3,260 kg.
"Es un cuento de hadas", se exclamaba Jessica Price, una australiana de 34 años entrevistada por la AFP en Windsor. Y se mostraba contenta de que Meghan sea "un poco mayor" que su marido: "esto me hace pensar que me queda tiempo para encontrar a mi príncipe", bromeaba.
A la puerta de un pub cuyo nombre es "Prince Harry", flotaban cuatro globos azules en los que podía leerse "¡Es un niño!".
Por primera vez en la historia de la familia real británica, el nacimiento se anunció por Instagram, pero todavía no se ha difundido, ni filtrado, ninguna imagen del recién nacido ni de su madre y sigue sin saberse dónde dio a luz Meghan.
¿Fue un nacimiento en casa, en Frogmore Cottage, la nueva residencia de la pareja en el dominio del Castillo de Windsor o en un hospital?
Según el diario The Daily Mail, el bebé nació en una maternidad londinense, tal vez la del hospital de Portland, donde la duquesa de Sussex habría ingresado el domingo por la tarde acompañada por su madre y desde donde regresó a su hogar tras el nacimiento.
El hijo menor del príncipe Carlos, heredero al trono de Inglaterra, y la difunda princesa Diana estuvo junto a su esposa durante el parto y afirmó que solo había dormido dos horas, dando a entender que este había durado toda la noche.
Durante su aparición ante los medios, Enrique prometió presentar al recién nacido, "probablemente" el miércoles. Y afirmó que él y Meghan estaban "pensando todavía" en los nombres.
"Un bebé real es emocionante"
Mientras esperan, los británicos intentan adivinar: Alejando, Jacobo y Arturo figuran entre los nombres favoritos de las casas de apuestas.
Meghan, que es mestiza y tiene entre sus ancestros a esclavos que trabajaban en las plantaciones de algodón de Georgia, podría también elegir un nombre que rinda homenaje a su herencia familiar.
En Windsor, Jeanelle Schultz, de 59 años, una turista estadounidense de Nebraska, propone: "creo que debería llamarlo Spencer, por Diana", ya que era su apellido de soltera. "Y nuestro yerno se llama también Spencer, así que estaría muy bien", afirma, asegurando que "cada vez que nace un bebé real es emocionante, pero además Meghan es una de las nuestras".
La madre de la exactriz, Doria Ragland, dijo estar "loca de alegría" por el nacimiento de su primer nieto, según el palacio de Buckingham. Y su padre, Thomas Markle, con el que mantiene relaciones más distantes, también se congratuló por la noticia en declaraciones al diario The Sun.
"Estoy orgulloso de que mi nuevo nieto haya nacido en la familia real británica y estoy convencido de que servirá a la Corona y a los británicos con gracia, dignidad y honor", afirmó.
Octavo nieto de la reina Isabel II, de 93 años, y del príncipe Felipe, de 97 años, el bebé será séptimo en la línea de sucesión al trono británico.
Su nacimiento fue recibido con un alud de mensajes de felicitación, desde la ex primera dama estadounidense Michelle Obama al primera ministro canadiense Justin Trudeau, pasando por la jefa de gobierno neozelandesa Jacinda Ardern.
"Acabo de saber que el mundo se ha hecho 3,260 kg más pesado", tuiteó el actor Patrick J Adams, excompañero de Meghan en la serie de televisión "Suits" que la lanzó a la fama, deseando "mucho amor" al bebé y a sus "increíbles padres".
En Londres, el London Eye, la emblemática e inmensa noria a orillas del Támesis, brillaba en rojo, blanco y azul. Y en lo alto de la torre de telecomunicaciones BT un mensaje proclamaba: "Es niño".