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Una de las preguntas más frecuentes que rondan en la mente de las personas, después de ver las películas de Marvel y DC, es qué ocurre en el cuerpo humano cuando un rayo lo alcanza. Evidentemente las noticias sobre casos de personas que han sido víctimas de este suceso no son el mejor aliciente para considerar que exista la posibilidad de que se adquieran superpoderes después de ser impactado por la fuerza de un rayo.
No obstante, un estudio publicado en la revista científica francesa La Recherche demostró que las experiencias con rayos pueden provocar ciertos «superpoderes» mentales, aunque deja claro que los daños también pueden ocasionar graves secuelas neurológicas que en algunos casos son irreversibles.
El estudio expone el caso de una veintena de personas que, en septiembre de 2017, se reunieron en una zona pantanosa en la región de Lorena. Cuando empezó a llover, todos se refugiaron bajo una carpa en la que impactó un rayo hiriendo a 14 personas, aunque ninguno falleció.
Un médico del hospital de Aurillac se hizo cargo de caso y descubrió una sorprendente circunstancia: dos miembros del grupo aumentaron su capacidad cerebral durante semanas después del accidente. Sin embargo, además de esta peculiar condición, también sufrieron dolores de cabeza, fatiga persistente e incluso pérdida del habla y trastornos de coordinación. Aunque los motivos no están claros, se sospecha que las neuronas podrían liberar al morir una alta concentración de neurotransmisores que desencadenaría una reorganización de los circuitos cerebrales generando nuevas habilidades.
Si bien, este caso es excepcional, lo cierto es que el impacto de un rayo sobre el cuerpo humano, en la mayoría de los casos, provoca daños en el sistema nervioso que pueda ir desde leves hasta muy graves.
Un rayo es una descarga eléctrica atmosférica producida durante una tormenta eléctrica. Está compuesto principalmente por electrones, iones positivos y átomos excitados. La energía liberada durante un rayo calienta el aire y crea una onda de choque que es la que percibimos como trueno. Hoy el destello iluminado que se ve en el cielo es debido a la islamización del aire con la emisión de luz.
La tensión de un rayo puede variar entre 100 millones y 1 mil millones de voltios. Adicionalmente, el rayo puede calentar el aire hasta 30 mil grados Celsius (54 mil grados Fahrenheit), el decir, más caliente que la superficie del sol, una temperatura y energía que el cuerpo humano no está diseñado para soportar.
Aunque de un 100% de víctimas que han sido alcanzadas por un rayo fallece, según los médicos, el 10% y sobrevive el restante 90%, los sobrevivientes quedan con daños severos, algunos de ellos irreversibles.
Algunas consecuencias en el cuerpo humano, al ser alcanzado por un rayo, varían entre:
Por otra parte, quienes han sobrevivido a lesiones musculares por un rayo, tienen el riesgo de desarrollar rabdomiólisis, una enfermedad en la que el músculo de una persona se empieza a descomponer dando paso a proteínas tóxicas que inundan la sangre hasta desencadenar en daño renal.