Australia, en estado de 'shock' tras la muerte de dos rehenes
La toma de rehenes en un café del centro de Sídney se saldó este martes con tres muertos, entre ellos el secuestrador, un islamista radical de origen iraní que actuó en solitario y fue abatido por las fuerzas especiales, quedando toda Australia en estado de 'shock'.
El primer ministro australiano, Tony Abbott, señaló que el secuestrador, identificado por varios medios como Man Haron Monis, de 50 años, un religioso nacido en Irán, "tenía un largo historial de delitos violentos, extremismo e inestabilidad mental".
El agresor murió abatido a disparos en el asalto de las fuerzas especiales de la policía australiana, que comenzó sobre las 2H00 locales de este martes (15H00 GMT del lunes), dando lugar a una lluvia de detonaciones.
Los comandos de la policía utilizaron granadas de percusión y sus armas convencionales al intervenir en el Lindt Chocolat Cafe, en Martin Place, una explanada peatonal ubicada en el corazón comercial de la mayor ciudad australiana. Los efectivos tomaron por asalto el lugar tras escuchar disparos y el secuestrador murió durante el inmediato tiroteo, explicó Andrew Scipione, jefe de policía del estado de Nueva Gales del Sur.
También murieron en el asalto dos rehenes, Tori Johnson, de 34 años de edad, gerente del lugar, y Katrina Dawson, abogada de 38 años y madre de tres niños, y además resultaron heridas seis personas. En total, hubo 17 rehenes.
Según la policía, el secuestrador actuó solo y en el interior del café no se encontraron explosivos.
"El asalto de Sídney ha terminado", anunció la policía en Twitter poco antes de las 3H00 hora local (16H00 GMT del lunes), más de 16 horas después de que comenzara la toma de rehenes en el Lindt Chocolat Cafe.
Abbott añadió que a medida que avanzaba el asalto, el secuestrador "trató de inscribir sus actos en el simbolismo del culto de la muerte del Estado Islámico", el grupo yihadista que siembra el terror en parte de Siria e Irak, y contra el que Estados Unidos armó una coalición internacional de la que forma parte Australia.
Durante la jornada, cinco rehenes habían conseguido escapar del local. Otros salieron durante el asalto de las fuerzas especiales.
Abbott confirmó que el hombre envió "cartas ofensivas a las familias de soldados australianos muertos en Afganistán" e igualmente "publicó en internet material gráfico extremista".
Según el diario The Australian, estaba en libertad condicional, acusado de haber sido cómplice del asesinato de su exmujer.
Este martes hubo una ceremonia de plegarias en la catedral St Mary's, muy cercana al lugar del drama, ocurrido en Martin Place, en pleno corazón de Sídney. El arzobispo Anthony Fisher evocó el "corazón roto" de la ciudad.
UN "ISLAMISTA RADICAL"
The Australian añadió que el sospechoso llegó en 1996 a Australia con estatus de refugiado, vivía en la periferia de Sídney y era un "islamista radical".
Su exabogado Manny Conditsis descartó que la toma de rehenes haya sido un acto organizado. "Es un individuo perturbado, que ha cometido un acto escandaloso", declaró al canal de televisión ABC.
Las motivaciones del atacante seguían sin estar muy claras. Durante la toma, obligó a varios de los rehenes a mantener pegada a una ventana una bandera negra con un lema en árabe. La bandera exhibida es la empleada a menudo por grupos yihadistas. En ella se lee la "shahada" o profesión de fe del islam: "No hay más Dios que Alá, y Mahoma es su profeta".
Más de 40 agrupaciones musulmanas australianas condenaron la toma de rehenes y la utilización de la profesión de fe del islam.
También Irán expresó su "condena a la toma de rehenes", por boca del ministerio de Relaciones Exteriores.
Por su lado, la empresa chocolatera suiza Lindt, propietaria del café, dijo en un comunicado estar "devastada" porel desenlace de la toma de rehenes.
UN PAÍS EN ALERTA
Australia ha estado en alerta en las últimas semanas por el temor del gobierno a que algunos de sus ciudadanos que luchan junto a los yihadistas del grupo Estado Islámico en Irak y Siria puedan cometer ataques a su regreso al país.
Tras convocar al comité de seguridad nacional, el primer ministro habló en un primer momento de "elementos que apuntan" a un acto "con motivaciones políticas".
En ese sentido, el lugar elegido para la toma de rehenes no sería fruto del azar. Martin Place, el barrio donde está situado el café, es un centro financiero y alberga varios edificios públicos, como el Parlamento de Nueva Gales del Sur y el Banco Central, y sedes diplomáticas, como la embajada de Estados Unidos.
El incidente coincide con el arresto en Sídney de un hombre de 25 años que, según las autoridades, podría formar parte de un plan para cometer atentados en territorio australiano.
Scipione dijo, además, que no le parece que ambos casos estén vinculados.
En septiembre, el gobierno decidió aumentar el nivel de alerta por amenazas terroristas y la policía llevó a cabo operaciones antiterroristas en todo el país, en las que sólo se acusó a dos personas.