Azerbaiyán acusa a Armenia de matar a 21 civiles en ataque con misiles
Azerbaiyán acusó este miércoles a Armenia de haber matado a 21 civiles y herido a varias decenas en ataques con misiles contra Barda, cerca de Nagorno Karabaj, el peor saldo víctimas civiles en un mes de combates por esa región separatista.
Armenia negó de inmediato haber perpetrado ese ataque, el segundo en dos días que ha matado a civiles en la región de Barda, y en cambio acusó a las fuerzas azerbaiyanas de haber bombardeado zonas pobladas de Nagorno Karabaj,
Estos ataques y acusaciones mutuas ocurren tras el fracaso de un alto el fuego firmado bajo la égida de Estados Unidos, que supuestamente sería efectivo el lunes, pero que se rompió casi tras su entrada en vigor.
El consejero de la presidencia azerbaiyana, Hikmet Hajiyev, acusó a las fuerzas armenias de haber disparado misiles Smerch contra Barda y de haber utilizado bombas de racimo.
Según la oficina del fiscal general azerbaiyano, este ataque golpeó un barrio, matando a 21 civiles e hiriendo al menos a otros 70. El martes, Bakú ya había acusado a Armenia de ser responsable de la muerte de cuatro civiles, entre ellos una bebé, tras un ataque con misiles contra Barda.
Estas pérdidas son las más graves para los civiles del lado azerbaiyano tras la muerte de 13 personas en bombardeos el 17 de octubre en Gandja, la segunda ciudad del país.
Una portavoz del ministerio de Defensa de Armenia, Shushan Stepanyan, calificó las acusaciones de Azerbaiyán como "falsas y sin fundamento", como también lo hizo Ereván el martes.
Armenia asegura en cambio que las fuerzas azerbaiyanas bombardearon dos ciudades en Nagorno Karabaj, matando a un civil e hiriendo a otros dos.
Treguas fallidas
Ambas partes informaron de que proseguían los combates en varias zonas de la línea del frente de la región montañosa del Cáucaso y afirmaron que ambos controlaban la situación.
Azerbaiyán y Armenia se disputan la región de Nagorno Karabaj desde que los separatistas armenios respaldados por Ereván tomaron el control del área en una guerra en los años 1990 tras la desintegración de la Unión Soviética que dejó 30,000 muertos.
Desde la reanudación de los combates el 27 de septiembre en Nagorno Karabaj, las tropas azerbaiyanas ocuparon territorios que estaban fuera del control de Bakú desde 1990.
Ereván reconoció el lunes haber perdido el control de la ciudad estratégica de Gubadly, en el sur del Nagorno Karabaj, al mismo tiempo que las tropas de Bakú se acercaban al corredor Latchin, una carretera fundamental que conecta Armenia y la región separatista.
Según balances parciales, cerca de 1,120 personas, entre ellas un centenar de civiles, murieron tras el inicio de los combates, mientras que el presidente ruso, Vladimir Putin, habló de casi 5,000 muertos.
Hasta ahora, la comunidad internacional ha sido incapaz de negociar una tregua duradera y, sobre todo, una solución pacífica del conflicto, y tanto Azerbaiyán como Armenia se han mostrado en gran medida inflexibles.
Tres intentos sucesivos de cese del fuego negociados este mes entre Bakú y Ereván, bajo el amparo de Rusia, Francia y Estados Unidos, han estallado en pedazos, y ambos bandos niegan responsabilidad en esos fracasos.