Cardenal lamenta que Honduras quiera estancarse en la 'cultura de la muerte'

El cardenal hondureño Óscar Andrés Rodríguez lamentó este domingo que Honduras quiere quedarse "estancada en la cultura de la muerte" y abogó porque el país resucite "a la justicia verdadera".

Rodríguez se refirió a la violencia en Honduras durante la misa del Domingo de Resurrección, que marca el final de la Semana Santa y que ofició en la catedral de Tegucigalpa ante centenares de católicos de todas las edades.

"Ahora somos nosotros los que en este siglo XXI hemos de correr a anunciar a Cristo al mundo, a nuestras familias, nuestros amigos, nuestra sociedad, a nuestra Honduras, que parece que se quiere quedar estancada en la cultura de la muerte, no hay día de Dios que no haya estas masacres o estas matanzas", subrayó el religioso.

El cardenal hondureño, quien encabezó algunas actividades religiosas de la Semana Santa en Tegucigalpa, señaló que "la vida es sagrada, la vida es de Dios", por lo que "solo él la da y solo él la puede tomar, pero se nos ha olvidado".

La violencia causada por el crimen organizado es uno de los principales problemas de Honduras, país que registra un promedio de ocho asesinatos diarios, atribuidos a diversos motivos.

Rodríguez agregó que los cristianos "no debemos ser solo buenas personas, debemos ser testigos de la resurrección de Cristo con nuestras palabras y sobre todo con nuestra manera de actuar".

"La Pascua de Cristo es una alegría grande, no es una alegría superficial como las alegrías del mundo, la alegría debe convertir a nuestra vida en un modo de ser para imitar la vida nueva de Jesús, nos ha dicho San Pablo", enfatizó.

El prelado hondureño dijo que los cristianos han recibido "la vida de Cristo en el bautismo", pero "ahora se trata de que en la práctica vivamos de forma pascual, vivamos de forma resucitada, eso significa buscar los bienes de arriba, no los de la tierra".

Lamentó que las personas sigan "buscando, atrapando, acaparando, las cosas de aquí abajo, nuestras palabras por muy espirituales que sean de nada servirían si seguimos hundiendo nuestras manos en lo de aquí abajo que nos ha llevado, a veces, a tanto tristeza, corrupción y pobreza".

De los 9,2 millones de habitantes que tiene Honduras, el 60 % son pobres, según organismos hondureños.

El cardenal Rodríguez destacó además que Honduras "no es un sepulcro vacío", por lo que "tiene que resucitar a la justicia verdadera".

"Si celebramos bien la Pascua también nosotros hemos de morir a lo antiguo, a lo viejo, y resucitar a lo nuevo, morir al pecado, vivir con Cristo en su novedad de vida", añadió.

Jesús, agregó el religioso, "nos ha prometido que al final vamos a resucitar, pero desde ahora debemos vivir como resucitados, alimentados como estamos de eucaristía que nos hace participar de la vida definitiva del Señor, no tenemos autorización para quedarnos estacionados en el camino".