Al menos un muerto y nueve desaparecidos en Guatemala tras un derrumbe

Al menos dos personas fallecieron y 8 están desaparecidas tras un derrumbe en Guatemala ocasionado por las últimas lluvias, indicó hoy el portavoz de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), David de León.

Los hechos tuvieron lugar la pasada noche en el caserío Pantic, en Tamahú, Alta Verapaz, cuando el desborde de una quebrada causó este deslizamiento, del que por el momento se desconoce su magnitud. La información preliminar es que hay dos muertos y 8 desaparecidos, mientras las autoridades de socorro continúan en el lugar de los hechos realizando labores de búsqueda y verificando los daños.

Este no es el único incidente que se ha registrado durante las últimas 24 horas a causa de las lluvias, ya que el colapso del suelo provocó daños a 7 viviendas, afectando a medio centenar de personas. También en la comunidad Chiremesche, en Cobán, Alta Verapaz, un derrumbe dañó 4 viviendas de madera y 26 personas se vieron perjudicadas, por lo que tuvieron que irse a casas de amigos o familiares cercanos.

Por último, el desborde del río Tierra Blanca, en San Miguel Uspantán, Quiché, inundó la aldea El Pericón, dejando 60 afectados y 12 viviendas dañadas.

Desde que comenzó la temporada de lluvias de 2017 hasta este miércoles se habían registrado 21 muertos, 214.708 afectados y damnificados, 5.010 evacuados, así como daños a 2.970 viviendas -de las que 145 están en riesgo-, a 82 carreteras, 18 puentes y 7 escuelas.

Guatemala, uno de los países más vulnerables del mundo, registró durante 2016 un total de 463 desastres naturales que afectaron a 445.628 personas y dejaron 57 muertos, 6 desaparecidos y 108 heridos.

En 2015, la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres reportó 302 muertos, 73 desaparecidos y más de 1,96 millones de afectados por las lluvias, las erupciones volcánicas y la contaminación del río La Pasión. Guatemala tiene, según las autoridades, más de 10.000 puntos de alto riesgo en todo el país, que ponen en peligro a unos 3 millones de personas.