Nayib Bukele se toma la justicia de El Salvador con sus ‘Nuevas Ideas’

El presidente salvadoreño con una alta popularidad dentro de la población ha respondido a las críticas por la decisión tomada por su recién creado partido "Nuevas Ideas".

El presidente salvadoreño, Nayib Bukele
El presidente salvadoreño, Nayib Bukele / AFP

El pueblo no nos mandó a negociar, se van todos”, así de tajante fue la reacción del presidente de El Salvador, Nayib Bukele ante la gran cantidad de críticas locales e internacionales que ha tenido que enfrentar, luego que la Asamblea Nacional controlada por su partido Nuevas Ideas destituyera a los magistrados del Tribunal Constitucional y al fiscal general, Raúl Melara.

Todo empezó cuando en febrero de este año, el recién creado partido oficialista, Nuevas Ideas se hiciera de 61 de los 84 escaños que tiene el Congreso de El Salvador. Con este resultado, el publicista convertido en presidente de la pequeña y empobrecida nación centroamericana se aseguraba el control del órgano legislativo de su país.

Con la toma del legislativo solo bastaba esperar a la toma de posesión para dar el golpe al órgano judicial y así fue. En la noche del 1 de mayo, una aplanadora cumplió las órdenes de su fundador y les dieron la estocada final a los 5 magistrados de la Corte Constitucional y al fiscal Melara.

Y como dice el refrán a rey muerto, rey puesto. De inmediato el oficialismo nombró a los nuevos magistrados y al nuevo fiscal general. Sin embargo, las reacciones no se hicieron esperar y por supuesto las reacciones de Nayib Bukele tampoco se quedaron atrás.

Desde los vecinos del norte encabezados por la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris se hicieron comentarios que daban muestras de preocupación.

"Un poder judicial independiente es fundamental para una democracia sana y para una economía fuerte", escribió en Twitter.

Anthony Blinken, secretario de Estado de EU se comunicó de inmediato con Bukele y le mostró su inquietud por lo sucedido.

La Casa Blanca consideraba a Melara como un fiscal que luchaba contra la corrupción y la impunidad y fue calificado como un “socio eficaz”; mientras que Juan González, asesor del presidente Joe Biden para América Latina dijo que “así no se hacen las cosas”.

Ante las críticas, Bukele argumentó que estaban acabando con 30 años de injusticias y corrupción dentro del sistema judicial salvadoreño y sin importarle si tiene ingerencia en otros órganos del estado, lanzó la frase “se van todos”.

Acciones que también llamaron la atención de la Organización de los Estados Americanos (OEA), de las Naciones Unidades y de la Unión Europea, quienes han pedido al gobierno de El Salvador ser respetuosos del estado de derecho y la institucionalidad.

Desde Panamá el pronunciamiento vino de parte de la Corte Suprema de Justicia (CSJ). Luis Ramón Fábrega, magistrado presidente emitió un comunicado la tarde del lunes 3 de mayo, en solidaridad con la justicia de El Salvador.

"Los jueces y fiscales no pueden ser destituidos por ejercer sus atribuciones y, mucho menos, violentando sus garantías constitucionales y legales, so pretexto de imputarle al Poder Judicial, el obstaculizar las funciones de otro Órgano del Estado, por interpretar y aplicar correctamente la ley", destacó Fábrega.

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