Ríos Montt vuelve al banquillo por un caso de genocidio en Guatemala

En la imagen, el exgeneral guatemalteco José Efraín Ríos Montt.
En la imagen, el exgeneral guatemalteco José Efraín Ríos Montt. / EFE
Efe
12 de octubre 2017 - 10:34

El general golpista guatemalteco José Efraín Ríos Montt (1982-1983) vuelve mañana al banquillo de los acusados para ser juzgado por un caso de genocidio, aunque no podrá ser condenado a prisión debido a su estado de demencia.

Ríos Montt, de 91 años, será juzgado por la matanza de 1.771 indígenas ixiles en el departamento noroccidental de Quiché durante su dictadura, por la que ya había sido condenado a 80 años de cárcel en mayo de 2013, pero el fallo fue anulado por errores en el proceso por la Corte de Constitucionalidad (CC) que ordenó un nuevo juicio.

Su hija Zury Ríos opinó hoy en un programa radial que el juicio contra su padre es "una venganza" y que se le están violando sus derechos humanos porque "no cuenta con sus facultades mentales para defenderse".

"Llevarlo al tribunal es un asunto de venganza" porque "él ha sido declarado incapaz", manifestó.

De acuerdo con el Centro para la Acción Legal para los Derechos Humanos (Caldh), querellante adhesivo en esta causa, la audiencia estaba prevista para las 08.30 hora local (14.30 GMT) y será a puerta cerrada debido a la condición de salud del militar retirado.

El abogado de Caldh, Francisco Soto, comentó hoy que el juicio contra Ríos Montt es "un asunto de justicia" y que no se trata de "una revancha".

"Es un asunto de justicia de los ixiles que murieron en las operaciones militares durante el régimen de Ríos Montt", sostuvo en el programa A Primera Hora de la radio local Emisoras Unidas, en la que también participó Zury Ríos.

Explicó que desde el primer juicio en 2013 ya han muerto cuatro testigos. El último de ellos fue Jacinto de Paz, de 88 años.

Él era uno de los 150 testigos acreditados para el nuevo debate, ya que no pudo declarar en 2013 por quebrantos de salud, pero sí lo hizo el año pasado durante la reanudación del proceso, donde relató lo que ocurrió durante una masacre en la aldea Bicalamá, en Quiché, una de las provincias más afectadas por las matanzas y donde el exdictador está implicado en al menos 15 que provocaron el desplazamiento forzado de 29.000 personas de unas 54 comunidades.

Los otros tres testigos fallecidos en 2014 y 2015 son Clemente Vásquez Mateo, Pedro Chávez Brito y Miguel Matom Ramírez.

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