Sandra Torres revive historia de primeras damas protagónicas en América Latina
Sandra Torres, que compite por la presidencia de Guatemala en los comicios del domingo, representa una tendencia frecuente en América Latina, de primeras damas que comparten el poder con sus esposos o directamente asumen el protagonismo en la política.
En Argentina, Uruguay, Nicaragua, Honduras y Perú, otras primeras damas han sido consideradas un poder efectivo detrás del trono, según dijo a la AFP el analista político, Luis Linares, de la Asociación de Investigaciones y Estudios Sociales (Asies).
Tampoco escapa de la tendencia Estados Unidos, donde una exprimera dama, Hillary Clinton, compite por la candidatura presidencial del Partido Demócrata.
Torres, quien disputará la presidencia el próximo domingo en un balotaje frente al comediante Jimmy Morales, pertenece a una familia de raíces políticas y ella misma había manifestado vocación aún antes de casarse con el expresidente Alvaro Colom (2003-2011).
Poco antes de las elecciones presidenciales de 2011, se divorció de Colom y quiso ser candidata, pero no pudo debido a restricciones de la ley a la postulación de familiares.
Ese impedimento, sin embargo, quedó superado en esta ocasión.
"Sandra, desde antes de asumir como primera dama ya tenía definido su futuro político, por eso tomó el protagonismo y figuró en el gobierno de Colom, con quien se había casado ocho años antes", afirmó el político.
En cambio, otras primeras damas que destacan en la región deben su protagonismo "al caudillismo, porque sus esposos no confían en nadie para dejar el poder más que en su círculo familiar", consideró el analista.
Contra el modelo patriarcal
Pero el politólogo y experto en relaciones internacionales Renzo Rosal considera que en el protagonismo de las primeras damas de la región se manifiesta "valentía y coraje" para salir de un sistema dominado por los hombres.
"Han dejado de ser simbólicas y tomaron el protagonismo, algo para lo que se necesita ambición política", consideró.
Para Rosal el protagonismo de las primera damas comenzó hace más de 50 años en Argentina con Eva Perón y volvió a expresarse de nuevo con la actual presidenta Cristina Kirchner.
La presidenta argentina llegó al poder de la mano de su esposo Nestor Kirchner, de quien enviudó en 2010. El le entregó el bastón de mando en 2007 para un primer período que revalidó con una reelección en 2011.
Destaca además el protagonismo que ha tenido en Honduras Xiomara Castro, esposa del derrocado presidente Manuel Zelaya, quien compitió por la presidencia frente al actual gobernante Juan Orlando Hernández.
En Nicaragua, Rosario Murillo, esposa del presidente Daniel Ortega, es considerada la persona más influyente en el gobierno y el propio Ortega ha admitido que comparte con ella el poder en un 50%.
Aunque no está planteada, al menos por el momento, una candidatura de Murillo, los allegados al gobierno comentan por lo bajo que ejerce como una primera ministra con amplios poderes, y que da a los miembros del gabinete ministerial orientaciones que resultan de obligado acatamiento.
Además, es la vocera oficial del gobierno y muy pocas informaciones escapan a su control.
Otra personalidad que destaca en la región es Nadine Heredia, esposa del presidente peruano Ollanta Humala y que según varios políticos opositores co-gobierna el país, algo que ella ha negado.
Imaginario de la "antipolítica"
"Los hombres han gobernando por años, son hombres los señalados de corrupción e ineficacia en el Estado, entonces la mujer en el imaginario latinoamericano viene a representar la concentración de ese voto antipolítico", dijo a la AFP el director de la escuela de Ciencia Política de la estatal Universidad de San Carlos, Marcio Palacios.
El académico estima que la población tiene el concepto de que la mujer es más disciplinada, tiene más entrega y una serie de atributos políticos que el hombre no ha demostrado poseer durante el tiempo histórico que ha ejercido el poder".
El fortalecimiento de la opción de las mujeres en la política "es también un revés y un mensaje en función de una lucha contra el racismo, la discriminación y el machismo" en la región, agregó Palacios.
Explicó que las mujeres latinoamericanos han destacado por el "liderazgo, la lucha, la militancia, que les ha abierto la brecha y el espacio para acceder a espacios políticos".
La aspiración de las exprimeras damas de seguir los pasos de sus esposos es cada vez más común en América Latina; una región de tradición machista pero que en la actualidad cuenta con tres mujeres en la presidencia: Kirchner, Michelle Bachelet y Dilma Rousseff.