Dos críticos del poder candidatos a las elecciones presidenciales en Irán

Ali Motahari y Mahmud Sadéghi, dos exdiputados iraníes críticos del poder, presentaron su candidatura a la presidencia de junio, comprobaron periodistas de la AFP en Teherán.

Todas las postulaciones en Irán deben recibir el visto bueno del Consejo de los Guardianes de la Revolución, órgano no electo y que ya en 2020 había invalidado las candidaturas de ambos para renovar sus mandatos legislativos.

Ali Motahari, de 63 años, desempeñó tres mandatos consecutivos como diputado independiente entre 2008 y 2020. Ganó notoriedad por sus diatribas contra el expresidente ultraconservador Mahmud Ahmadinejad (2005-2013).

Durante su último mandato en el Parlamento, criticó regularmente la forma en que se ejerce el poder, la represión de los opositores y pidió incansablemente que se levante el arresto domiciliario de Mir Hossein Moussavi y Mehdi Karoubi, los dos dirigentes del "Movimiento Verde" que impugnaron la reelección de Ahmadinejad en 2009.

Su padre, el ayatolá Mortéza Motahari, fue uno de los teóricos de la revolución de 1979 y un fiel seguidor del ayatolá Jomeini, fundador de la República Islámica.

Motahari, que defiende opiniones conservadoras sobre ciertas cuestiones sociales --como el velo obligatorio para las mujeres--, indicó que tenía la intención de presentarse como candidato independiente.

Por su lado el abogado Mahmoud Sadéghi, de 59 años, sólo ejerció un mandato de diputado (2016-2020) en el que fue portavoz de los reformistas

Los iraníes votarán el 18 de junio un sucesor del presidente Hassan Rohani, debido a la prohibición constitucional de ejercer un tercer mandato consecutivo.

Desde la apertura del período de presentación de candidaturas el martes (que corre hasta el sábado), más de un centenar de personas, en gran parte desconocidas, presentaron un expediente ante el ministerio del Interior.

Según el calendario oficial, la lista de candidatos seleccionados por el Consejo de Guardianes debe conocerse el 26 o 27 de mayo.

Un candidato, para ser aprobado por el Consejo, debe tener "buenos antecedentes, digno de confianza, virtuoso, piadoso y apegado a los fundamentos de la República".