Detención de sacerdote se suma a escándalos que enfrenta el Vaticano

La detención del sacerdote español Lucio Ángel Vallejo Balda, acusado de sustracción y divulgación de noticias y documentos reservados vaticanos, se suma a los rumores y escándalos que han sacudido recientemente la Santa Sede.

Vallejo Balda -miembro de la ya disuelta comisión investigadora de los organismos económicos y administrativos de la Santa Sede (COEA), conocido como "el contable de Dios"- fue arrestado junto a la seglar italiana Francesca Chaouqui, experta en redes sociales y también integrante de ese comité.

Estas detenciones se suman a la reciente aparición en los diarios italianos de la noticia de que al papa Francisco se le había descubierto un pequeño tumor cerebral, por lo que hace tiempo habría viajado a una clínica en la Toscana, en el centro de Italia.

La información, calificada de "falsa" y "gravemente irresponsable" por la sala de prensa vaticana, saltaba a los medios el 21 de octubre, a pocos días del final del Sínodo de los obispos sobre la familia, cuyas conclusiones quedaron en un segundo plano ante la noticia de que el pontífice estaba enfermo, lo que el portavoz vaticano Federico Lombardi no tardó en desmentir.

Además, el pasado 3 de octubre, en vísperas del inicio en Roma de ese Sínodo sobre la familia, el cura polaco y teólogo Kzysztof Charamsa hizo pública su condición de homosexual y afirmó que tenía una pareja estable.

El sacerdote hizo este anuncio poco después de enviar una carta al papa, en la que le exponía la necesidad de no esconderse más y de denunciar que "la Iglesia es homófoba".

Charamsa -expulsado como oficial de la Congregación para la Doctrina de la Fe, como secretario adjunto de la Comisión Teológica Internacional y como profesor de Teología de la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma- denunciaba el 11 de octubre, en una entrevista a Efe, que la Iglesia es "una heterodictadura" anclada en el pasado.

Consideraba que "el papa Francisco es una esperanza", pero se enfrenta a una oposición "fóbica e irracional".

Días después, también enturbiaba la celebración del Sínodo una polémica misiva dirigida al papa y conocida como la "carta de los 13", por el supuesto número de cardenales que la firmaban.

De ese texto se tuvo noticias el 12 de octubre en el blog de un periodista del semanario italiano "L'Espresso" especializado en el Vaticano y en ella se denunciaba la metodología utilizada en el Sínodo y el intento de manipular el resultado del mismo.

Por todo ello, con semblante preocupado, el papa Francisco sorprendió el 14 de octubre con una petición de perdón.

"En nombre de la Iglesia quiero pediros perdón por los escándalos que se han producido en Roma y en el Vaticano. Os pido perdón", dijo el pontífice antes de leer el discurso que tenía preparado para los fieles congregados en la audiencia general en la Plaza de San Pedro.

Sin concretar y utilizando una fórmula calificada de general por Lombardi, Francisco dijo: "Sé que Jesús es realista y es inevitable que haya escándalos, pero ¡ay del hombre que causa el escándalo!".

Además, salió a la luz en la edición digital de "L'Espresso" la lujosa comida a la que asistieron religiosos, empresarios y periodistas italianos en la azotea de la prefectura vaticana de Asuntos Económicos durante la canonización de los papas Juan XXIII y Juan Pablo II, en mayo de 2014.

La próxima aparición de los libros "Avaricia", de Emiliano Fittipaldi, y "Via Crucis", de Gianluigi Nuzzi, con documentos supuestamente procedentes de archivos de la Santa Sede han llevado a pensar en el "VatiLeaks", escándalo de filtración de documentos pontificios, intrigas, enfrentamientos y supuestos casos de corrupción en el Vaticano en 2012.