El embajador de EEUU en China se despide hablando de derechos
El futuro desarrollo de China dependerá de la neutralidad del poder judicial y la libertad de expresión, dijo el miércoles el embajador estadounidense Gary Locke en su discurso final como enviado a Pekín, centrado en los derechos humanos. Locke abandona la capital china el sábado y será sustituido por el senador Max Baucus. Los líderes chinos no deberían sacrificar "las recompensas a largo plazo del compromiso de los ciudadanos de que se defina a corto plazo una estabilidad social", dijo. En un discurso ante estudiantes chinos en un centro cultural de EEUU, Locke dijo: "China tiene un gran futuro por delante. Pero alcanzar todo su potencial dependerá de una magistratura neutral y respetada, unos abogados dedicados y un liderazgo inteligente, pero sobre todo, la reverencia al imperio de la ley". Los dos años y medio de Locke como embajador quedaron marcados por una disputa diplomática por el activista de derechos humanos ciego Chen Guangcheng, que se escapó de su arresto domiciliario en 2012 para buscar refugio en la embajada de EEUU y luego viajó a Nueva York para estudiar. La portavoz del Ministerio de Exteriores Hua Chunying dijo que la situación de los derechos humanos en China se había desarrollado rápido en las últimas tres décadas. "Nos oponemos a que cualquier persona use esos asuntos para interferir en los asuntos internos de China y hacer comentarios irreflexivos y criticar", dijo en rueda de prensa. Locke reafirmó la preocupación de Estados Unidos por una serie de detenciones de activistas reformistas, pero no mencionó ningún caso específico. Las autoridades de la remota región occidental de Xinjiang han acusado al economista uigur Ilham Tohti de separatismo, dijeron el martes su mujer y su abogado. Tohti ha abanderado los derechos de la comunidad musulmana uigur de Xinjiang.