Gobierno de Argentina llama a la tranquilidad
El gobierno argentino llamó el sábado a la tranquilidad ante un eventual default técnico el próximo 30 de julio, cuando se cumpla el plazo para alcanzar un acuerdo con los propietarios de bonos que ingresaron en el canje de la deuda.
"Los argentinos tienen que estar tranquilos porque la vida sigue andando" y el gobierno "va a defender los intereses del país y va a garantizar que el sistema económico siga funcionando", afirmó el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich.
Añadió que "Argentina necesita tiempo (para negociar) y ese tiempo se llama stay".
El gobierno argentino pidió a un juez neoyorquino que suspenda un fallo que obliga al país a pagar unos 1.500 millones de dólares a los bonistas litigantes, que rechazaron ingresar en los canjes de deuda efectuados por Argentina en 2005 y 2010 que implicaban reducciones de hasta 70% sobre el valor nominal de los títulos, y que fueron aceptados por el 92,4% de los acreedores.
El juez federal Thomas Griesa rechazó la suspensión y ordenó que ambas partes sostengan negociaciones con miras a alcanzar un acuerdo.
Argentina accedió a negociar, pero declinó reunirse cara a cara con los llamados "fondos buitre".
La suspensión del fallo significaba además para Argentina poder cancelar obligaciones con los tenedores de deuda reestructurada.
Griesa congeló el pago de 539 millones de dólares que Argentina debía realizar el 30 de junio al considerar que no era viable si el país no pagaba al mismo tiempo a los litigantes.
Consultado sobre el riesgo de embargo de bienes de Argentina si no se llega a un acuerdo con los tenedores de bonos, Capitanich no lo descartó: "En este proceso de reestructuración de deuda, el país tuvo 900 embargos y cerca de 130 aún continúan con distinto grado de ejecución en el ámbito internacional", dijo.
"Es el primer caso de la historia de la humanidad en la que se pretende cuestionar a un país porque paga", enfatizó.