Jefe de la ONU llama a 'bajar la temperatura' y no ahogar al mundo
Naciones Unidas, Estados Unidos/El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, llamó el miércoles a los líderes mundiales a que actúen sobre el cambio climático y "bajen la temperatura" para no "ahogar" al mundo.
"Acabo de regresar de Pakistán, donde miré por la ventana hacia el futuro, un futuro de caos climático permanente y omnipresente en una escala inimaginable", dijo Guterres en una conferencia de prensa días antes de que decenas de líderes de todo el mundo lleguen a la reunión de alto nivel de la Asamblea General en Nueva York.
"Lo que está sucediendo en Pakistán demuestra la absoluta insuficiencia de la respuesta global a la crisis climática y la traición y la injusticia en el centro de la misma".
Cerca de 1.400 personas murieron en las inundaciones en Pakistán, que cubren un área del tamaño del Reino Unido y arrasaron cultivos y destruyeron casas, negocios, carreteras y puentes.
En su visita, Guterres dijo que "nunca había visto una carnicería climática" a tal escala, y culpó a los países más ricos por la devastación.
"Mi mensaje a los líderes mundiales reunidos aquí es claro: Bajen la temperatura, ahora. No inunden el mundo hoy, no lo ahoguen mañana", dijo el miércoles, denunciando "décadas de intransigencia por parte de los grandes emisores", en particular el Grupo de los 20.
"Si un tercio de los países del G20 estuvieran bajo el agua hoy, como podrían estarlo mañana, tal vez les resultaría más fácil acordar recortes drásticos en las emisiones".
También arremetió contra las grandes compañías de combustibles fósiles, acusándolas de "matar el planeta" para obtener la mayor cantidad posible.
El secretario general también lamentó las divisiones en la comunidad internacional y dijo: "Las divisiones geoestratégicas son las más grandes desde al menos la Guerra Fría. Y están paralizando la respuesta global a los dramáticos desafíos que enfrentamos", incluyendo la guerra, el cambio climático, la pobreza, el hambre y la desigualdad, agregó.
"La solidaridad prevista en la Carta de las Naciones Unidas está siendo devorada por los ácidos del nacionalismo y el interés propio".