"No le disparen...": Esposa de afroamericano asesinado revela dramático video
La esposa del afroestadounidense cuya muerte desató protestas esta semana en la ciudad de Charlotte hizo público el viernes un video con dramáticas escenas previas y posteriores a que su marido fuera ultimado por la policía.
Hasta el momento, la policía de Charlotte (Carolina del Norte) se ha negado a hacer públicas imágenes tomadas el martes por sus propias cámaras, que se supone muestran que Keith Lamont Scott, de 43 años, representaba una amenaza para los agentes.
El video grabado con un teléfono inteligente por la esposa de la víctima, Rakeyia Scott, entregado por sus abogados a varios medios, incluida la AFP, incrementará la presión sobre las autoridades de Charlotte para dar a conocer sus propias imágenes.
El clip de dos minutos y 16 segundos no muestra precisamente los tiros, pero captura los momentos que llevaron a ellos, cuando la esposa de Scott pedía a los oficiales que no dispararan.
"No le disparen. No le disparen, no tiene arma. No tiene arma. No le disparen", se le escucha decir, al comienzo de la filmación.
"Tiene una TBI, no les va a hacer nada muchachos", dice ella, aparentemente refiriéndose a una lesión cerebral (traumatic brain injury). Varios vecinos dijeron a la AFP que Scott era minusválido y tenía problemas para hablar.
"Keith, no hagas eso", dice la esposa, un momento antes de que se escuche el sonido de cuatro rápidos disparos, momento en el cual el celular está desviado del lugar de los disparos.
Después Scott yace boca abajo en el asfalto, rodeado de policías.
La noche del jueves, cientos de personas marcharon por las calles de Charlotte, bajo la vigilancia de las fuerzas del orden pese a que desde las 00H00 hasta las 06H00 locales regía un toque de queda.
Durante las protestas, que exigían la publicación del video de la policía, se registraron episodios de violencia esporádicos con policías dispersando a un grupo de manifestantes con gases lacrimógenos, pero fue más tranquila que las dos jornadas precedentes.
El jueves, la policía aceptó mostrar a los padres de Scott las imágenes registradas durante su muerte, el martes.
Pero no llegaron a esclarecer el principal punto de discordia entre la policía, que afirma que Scott tenía un arma en la mano, y sus familiares, quienes aseguran que se trataba de un libro.
"El video debe ser publicado", dijo el viernes la alcaldesa de Charlotte, Jennifer Roberts, en una rueda de prensa, asegurando que "es una cuestión de tiempo".
La investigación aún está en curso, afirmó. "Si una parte (del informe) se hace pública antes, eso puede poner en riesgo la investigación en su conjunto".
De su lado, el jefe de la policía local, Kerr Putney, aseguró haber tomado nota de la "espera" del video, visto "como la panacea" del caso. "Pero puedo decirles que no es el caso", afirmó, sugiriendo que las imágenes no permitirían determinar eventuales responsabilidades.
"Si lo publico como está y sin que ponerlo en un buen contexto, (el video) puede poner leña al fuego y empeorar la situación. Eso multiplicaría la desconfianza", añadió.
Transparencia
La declaración parecía una respuesta a la lluvia de críticas contra la policía.
El secretario de Justicia de Carolina del Norte, Roy Cooper, estimó este viernes que el mejor medio de "buscar la verdad" es "hacer públicos los videos".
La secretaria de Justicia estadounidense, Loretta Lynch, también se pronunció de forma indirecta en favor de la publicación de las imágenes.
"No voy a dar órdenes a la policía por el momento", dijo el jueves. "Siempre pienso que en las situaciones donde la información se hace pública, aunque esta información sea difícil de ver (...), el hecho de ofrecer una mayor transparencia es más útil que lo opuesto".
Tal fue el caso hace una semana en Tusla, estado de Oklahoma, donde un hombre negro, Terence Crutcher, fue abatido el viernes pasado por la policía después de ser controlado por agentes y caminar con las manos en alto hacia su vehículo.
La policía autora del disparo mortal fue acusada el jueves de homicidio involuntario. Tras ser objeto de un orden de arresto, fue liberada el viernes después de pagar una fianza de 50.000 dólares.
En Charlotte, la noche del jueves fue más tranquila. Cientos de manifestantes marcharon coreando consignas por el centro de la ciudad, llevando pancartas en las que se leían mensajes como "Dejen de matarnos" o "La resistencia es bella".
Aparte de algunos manifestantes dispersados con gas lacrimógeno en una autopista, no se registró violencia en la ciudad, donde la marcha transcurrió bajo la mirada de soldados de la Guardia Nacional, que llegaron a reforzar la seguridad.