La llegada de cubanos a EE.UU. sigue creciendo
Más de 10.000 inmigrantes cubanos llegaron a EE.UU. entre enero y febrero de 2016, lo que muestra un crecimiento continuo respecto a los meses anteriores y se enmarca dentro de la crisis generada por la llegada masiva de isleños a Costa Rica y Panamá, informaron hoy a Efe fuentes oficiales.
Fueron 10.017 ciudadanos cubanos los que consiguieron ingresar en Estados Unidos entre enero y febrero de 2016, según indicó a Efe la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP).
En enero, 3.852 isleños alcanzaron suelo estadounidense, una cifra menor a los 6.165 cubanos que llegaron en febrero y en sintonía con las cifras de octubre (6.518), noviembre (6.116) y diciembre (4.437) de 2015, según los datos de la CBP, agencia encargada del control de las fronteras del país norteamericano.
La llegada de 17.071 cubanos entre octubre y diciembre del año pasado casi duplica los 9.219 inmigrantes cubanos que alcanzaron suelo estadounidense en los tres últimos meses de 2014 y triplica los 5.770 que hicieron lo mismo en el último trimestre de 2013.
Las cifras muestran un incremento de la inmigración a EE.UU. a través de Centroamérica de ciudadanos cubanos, que temen que el restablecimiento de las relaciones entre Washington y La Habana provoque la eliminación de la Ley de Ajuste Cubano (1961), que les facilita conseguir la residencia estadounidense.
En el contexto de una inmigración creciente de isleños a través de Centroamérica, Nicaragua decidió el pasado 15 de noviembre cerrar su frontera, aduciendo riesgos de seguridad y soberanía, e hizo que Panamá y Costa Rica tuvieran que atender a gran cantidad de inmigrantes cubanos que no podían continuar su viaje a EE.UU.
"La Administración no tiene planes de cambiar nuestra actual política de inmigración hacia Cuba o de buscar un cambio legislativo en relación con la Ley de Ajuste Cubano", dijo a Efe un portavoz de la CBP con el fin de atajar el temor de los isleños.
Los datos muestran que la mayor parte de cubanos alcanzan EE.UU. a través de la frontera con México, aunque todavía muchos se aventuran a cruzar por mar la corta distancia que separa Florida de Cuba para beneficiarse de la política de "pies secos/pies mojados", que privilegia a los isleños que tocan territorio estadounidense.
La Habana rechaza la Ley de Ajuste Cubano y la política "pies secos/pies mojados" al considerar que estimulan la inmigración ilegal y el tráfico de emigrantes, pero Washington asegura que no tiene intención de cambiar estas políticas y defiende que ayudan a aquellos que temen volver a Cuba.