SIP pide bajar 'hostilidad' hacia medios y políticos opositores en EEUU
La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) dijo hoy que el envío de paquetes sospechosos a la cadena de televisión CNN y a líderes políticos de EE.UU. tiene como objetivo "infundir terror" y consideró necesario "bajar el tono" a la retórica contra los medios y los políticos de oposición.
El presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP, el mexicano Roberto Rock, repudió estos hechos terroristas y señaló que, aunque se desconoce de donde provienen, el "discurso tóxico del presidente Donald Trump tampoco ayuda a mitigar las diferencias políticas y crear un ambiente de verdadera tolerancia política".
"Nos preocupa este grave acto de terrorismo y creemos que si no se baja el tono de la hostilidad hacia los medios y políticos críticos y de oposición, aumente el clima de hostilidad hacia los periodistas y medios", agregó Rock, director del portal mexicano de noticias la Silla Rota.
El paquete sospechoso entregado este miércoles en el edificio de Time Warner Center, la sede neoyorquina de CNN, tenía como destinatario al exdirector de la CIA John Brennan, quien suele participar en programas de la cadena como experto en asuntos de seguridad nacional, apuntó la SIP.
Otros paquetes sospechosos similares fueron enviados al expresidente Barack Obama; la ex secretaria de Estado Hillary Clinton; el ex fiscal general Eric Holder y el filántropo y multimillonario George Soros, críticos con las políticas de Trump.
Trump definió estos atentados como "despreciables actos" y ordenó una investigación a fondo para dar con los responsables, pero también criticó a los medios de comunicación por su "interminable hostilidad".
"Los medios de comunicación tienen la responsabilidad de marcar un tono civilizado y detener la interminable hostilidad y los constantes ataques y noticias negativas y a veces falsas, lo tienen que hacer", dijo Trump el miércoles al inicio de un mitin en Wisconsin.
El informe sobre el comportamiento de libertad de prensa en Estados Unidos presentado en la recién concluida asamblea general de la SIP en Salta, Argentina, estableció que en los últimos dos años han aumentado de manera alarmante los ataques físicos y las amenazas a periodistas.