La reelección de Netanyahu se da por hecho a falta de resultados definitivos
A falta de los resultados definitivos, la reelección del primer ministro Benjamin Netanyahu hacia un quinto mandato se da por sentada en Israel, no sólo porque no se espera que varíe su victoria por la mínima, sino porque se presenta como el candidato más capaz para formar un Ejecutivo con el nuevo parlamento.
Con más del 98% de los votos escrutados y una participación próxima al 67%, y a la espera del recuento de las papeletas de los soldados y la revisión de algunos recuentos erróneos, la formación derechista del Likud ha quedado por encima de la del centrista Beni Gantz de Azul y Blanco, los dos con más de un millón de votos, y una diferencia de apenas unos 13.000.
Gantz asumió a última hora hoy su derrota, después de clamar victoria en la noche electoral, pero advirtió de que han llegado para quedarse como una alternativa real de futuro para Israel y el segundo de su lista, Yair Lapid, anunció que su intención es convertir la Knéset (Parlamento) "en un campo de batalla".
El exjefe del Estado Mayor remarcó que los resultados obtenidos "son increíbles", ya que con su nueva coalición presentada hace menos de dos meses han alcanzado el mismo número de escaños (35) que el Likud, mayoritario hasta ahora en la cámara.
La distribución de escaños, que no se espera que cambie sustancialmente, ha conformado una Knéset con un bloque de derechas y religioso de 65 diputados frente a los 55 de los partidos de centro, izquierda y árabes.
El presidente de Israel, Reuvén Rivlin, iniciará la próxima semana las consultas con todos los partidos con representación parlamentaria para encargar a uno de ellos formar Gobierno y las conversaciones, por primera vez, se retransmitirán en directo.
Rivlin acordó con el presidente del Comité Electoral, Hanan Melcer, que se harán de este modo para garantizar una mayor transparencia, después de que Netanyahu denunciara durante la campaña un presunto favoritismo hacia Gantz.
Las otras dos formaciones más votadas en estos comicios han sido los partidos ultraortodoxos, Shas y Judaísmo Unido Por la Torá, con ocho asientos cada uno y socios tradicionales en los Ejecutivos de Netanyahu.
La Unión de Partidos de Derecha, liderada por Rafi Peretz y con cinco diputados, ya ha mostrado su apoyo a un gobierno de Netanyahu aunque pide al menos dos carteras ministeriales, mientras que el exministro de Defensa, Avigdor Lieberman, con otros cinco escaños de Israel Nuestro Hogar no ha comprometido su apoyo aunque sí ha rechazado aliarse con Gantz.
"Las opciones existentes son unirme a un Gobierno de Netanyahu o quedarme en la oposición", adelantó hoy.
Otra posible suma serían los cuatro diputados de Kulanu, cuyo líder Moshe Khalon entró anteriormente en la coalición de Netanyahu como titular de Finanzas.
El Partido Laborista en Israel ha descendido a su mínimo histórico hasta los seis asientos en estos comicios, mientras que el pacifista de izquierdas Meretz ha entrado por la mínima con cuatro diputados.
Las listas electorales Hadash-Taal y Raam Balad, que representan a la minoría árabe en Israel alcanzaron seis y cuatro escaños respectivamente, aunque se registró un amplio descenso en la participación en las regiones árabes.
La recién creada Nueva Derecha del titular de Educación, Naftalí Benet y la ministra de Justicia, Ayelet Shaked, se ha quedado por el momento fuera del Parlamento al no superar el 3,25% de votos exigido por ley, a la espera de los resultados definitivos.
Netanyahu recibió hoy las felicitaciones de diversos líderes mundiales, entre ellas la del presidente de EE.UU., Donald Trump, a quien agradeció su "tremendo apoyo".
Con la nueva cámara, el mandatario se encamina hacia su cuarto mandato consecutivo, un récord que le llevaría en los próximos meses a superar al histórico David Ben Gurión -primer jefe de Gobierno en Israel- como líder con más tiempo en el cargo.