Colombia advierte sobre una catástrofe ambiental por cierre de hidroeléctrica

El ministro de Agricultura de Colombia, Aurelio Iragorri.
El ministro de Agricultura de Colombia, Aurelio Iragorri. / EFE
24 de diciembre 2015 - 07:37

El ministro de Agricultura de Colombia, Aurelio Iragorri, advirtió hoy de que el país podría sufrir una catástrofe ambiental por el cierre de la hidroeléctrica de El Quimbo, la segunda más grande de Suramérica, ubicada en el departamento del Huila (sur).

"Queremos advertirle al país sobre la gravísima situación que se está presentando en la represa de Betania, en donde hay 19.000 peces en cultivo. Impedir el flujo de agua tiene consecuencias catastróficas teniendo en cuenta el proceso de descomposición de la materia orgánica que representa un veneno para los peces", explicó Iragorri en una declaración a periodistas.

En este sentido, señaló que la puesta en marcha de las turbinas de El Quimbo genera la oxigenación necesaria para garantizar la vida de la fauna y flora de la región, la suspensión afecta gravemente el empleo y la seguridad alimentaria de los productores de la zona.

El pasado 10 de diciembre la Corte Constitucional de Colombia anuló el decreto presidencial que permitió iniciar el llenado del embalse de la hidroeléctrica El Quimbo, por lo que tuvo que parar sus operaciones.

Iragorri señaló hoy que si no se permite el flujo de agua la central hidroeléctrica, cuando se abra "el agua quedará envenenada y sin oxigeno" por lo que "va a matar a todos los peces de la represa".

Asimismo, explicó que eso podría afectar a la producción de tilapias en las piscifactorías de la zona y recordó que Colombia es el segundo exportador de esos peces a Estados Unidos.

"Cada día que pasa es más grave, sigue disminuyendo la cantidad de agua y no es posible que acabemos de un solo tajo con la producción piscícola más importante del país, con las consecuencias que conlleva derivados en los problemas de salud y ambientales para la región", concluyó.

El proyecto El Quimbo fue adjudicado en marzo de 2008 a Emgesa, empresa que pertenece al grupo italiano Enel. La inversión total del proyecto requirió de más 1.200 millones de dólares, de los cuales cerca de 170 millones se destinaron a mejorar la infraestructura del departamento del Huila y de los municipios del área de influencia del embalse.

El Quimbo empezó a funcionar el pasado 17 de noviembre pese a la decisión judicial del Tribunal Administrativo del Huila de suspender de manera cautelar la puesta en marcha de la planta de acuerdo con los estudios técnicos de la Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena (CAM).

La CAM estimó que Emgesa no ha retirado la totalidad de madera, guadua y biomasa del embalse, lo que afectaría al agua retenida como consecuencia de la descomposición del material.

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