El presidente de la Cámara baja de Brasil intenta evitar su destitución

El presidente de la Cámara de Diputados de Brasil, Eduardo Cunha, investigado por su supuesta participación en la red de corrupción descubierta en la estatal Petrobras, demandó hoy la suspensión de un proceso interno que apunta a su destitución.

En un documento dirigido a la Comisión de Constitución y Justicia de la Cámara baja, Cunha exigió la suspensión del proceso abierto en el Consejo de Ética de ese organismo legislativo, ante el cual alegó que se le negó el derecho a una "amplia defensa".

El Consejo de Ética decidió la semana pasada avanzar en el juicio contra Cunha, sospechoso de haber recibido al menos 5 millones de dólares de la corrupción petrolera y de haber intentado engañar a una comisión parlamentaria, ante la cual negó tener cuentas ocultas en Suiza, como también sostiene la Fiscalía en sus acusaciones.

Sin embargo, la propia Justicia del país helvético, que colabora con tribunales brasileños en investigaciones sobre lavado de dinero asociado a la corrupción en Petrobras, confirmó que Cunha tenía esas cuentas en bancos suizos.

Por esos hechos, el presidente de la Cámara baja responde en tres procesos ya iniciados en el Tribunal Supremo, en todos los casos por supuestos beneficios financieros obtenidos de la red de corrupción que operó en Petrobras, que según la propia petrolera se adueñó ilegalmente de 2.000 millones de dólares entre 2010 y 2014.

Con la demanda de nulidad del proceso parlamentario presentada a la Comisión de Constitución y Justicia, el juicio parlamentario en contra de Cunha permanecerá suspendido hasta tanto haya una decisión al respecto.

El proceso contra Cunha comenzó en el Consejo de Ética el pasado octubre, pero desde entonces el presidente de la Cámara baja se ha valido de diversas maniobras para postergarlo una y otra vez.

Como presidente de la Cámara de Diputados, Cunha aceptó a fines del año pasado iniciar los trámites para un posible juicio con miras a la destitución de la mandataria Dilma Rousseff, solicitado por la oposición por unas irregularidades en las que el Gobierno habría incurrido para maquillar sus balances fiscales de 2014 y 2015.

Ese juicio político llegó a comenzar, pero fue interrumpido por la Corte Suprema debido a algunos "errores de procedimiento".

Después de eso, la Cámara de Diputados pidió al tribunal que aclare algunos aspectos de esa decisión, pero la corte aún no se ha pronunciado, lo cual todavía mantiene paralizado el proceso contra Rousseff.