Segunda semana de protestas contra reelección de Morales con choques callejeros
Choques en vías públicas tuvieron lugar este lunes en las ciudades de La Paz y Cochabamba (centro) entre vecinos que bloquean calles, sin registrarse heridos, en el inicio de la segunda semana de protestas contra el resultado electoral que dio ganador al presidente Evo Morales.
En el barrio de Achumani, al sur de La Paz, vecinos cortaron temprano una avenida principal, con palos y cuerdas, para evitar el tránsito de vehículos, lo que motivó que choferes del servicio público reaccionen para intentar rehabilitar la circulación, informaron canales de televisión y las redes sociales.
Tras empellones entre los dos lados, comenzaron enfrentamientos con golpes de puño y luego con palos y piedras. La policía lanzó gases lacrimógenos para dispersar a las personas del lugar, sin que se registraran heridos hasta el momento.
Varios bloqueos de calles y avenidas se llevan adelante en distintos barrios de la capital boliviana. Sólo en el centro, donde se encuentra la mayoría de las oficinas públicas y privadas, se registra una relativa normalidad.
Los manifestantes -que rechazan los resultados de las elecciones del domingo 20 que dieron el triunfo a Morales en primera vuelta- utilizaron palos, escombros, cuerdas y hasta muebles para hacer cumplir una huelga convocada por opositores.
El alcalde de La Paz, el opositor Luis Revilla -aliado político de Carlos Mesa, el candidato que perdió frente a Morales y denuncia fraude electoral- dijo temprano a la prensa que el paro es "pacífico" y aseguró que la "confrontación y cualquier tipo de violencia la están generando ellos (oficialistas) con grupos de choque en distintos lugares del país".
Morales, en el poder desde 2006, asegura que las protestas forman parte de un plan de golpe de estado contra su victoria en las urnas para el periodo 2020-2025.
En la ciudad de Cochabamba (centro) también se registraron choques entre vecinos que bloquean calles y otros que se oponen a la medida argumentando que ésta les genera pérdidas económicas.
En las ciudades de Santa Cruz (este), la más pujante del país, y en la minera Potosí (suroeste) hay un paro total de actividades.