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El parto, en el que la vaca tuvo dos hembras y un macho, tuvo lugar en el distrito de Tonosí y según han explicado los dueños del animal, este suceso se ha visto pocas veces por tratarse de un acontecimiento raro en cuanto a genética.
La vaca era utilizada para la lechería y estuvo a punto de ser vendida para que fuera sacrificada, ya que en dos partos anteriores, había abortado.
Con el nacimiento de los terneros, los dueños cambiaron de opinión y decidieron mantenerla, para que reciba un mejor tratamiento.
Ahora, durante el día son muchas las personas que se acercan a la finca para observar al animal.