Dos niñas adolescentes heridas, un busito pirata y cero responsabilidad
El transporte público irresponsable ha dejado una estela de muerte y lesionados. Los llamados buses piratas son una parte importante del problema.
Melanie y Sthyfani Paz regresaban del cine luego de visitar a su familia en la 24 de diciembre cuando la vida les cambió.
“Iba como menso loco por la calle. Se cruzó dos veces de carril hasta que se chocó con el pickup y luego con la cosa del Metro”, relató Sthyfani.
Sthyfani estaba sentada detrás del conductor, su fémur izquierdo se partió y hoy tiene una varilla en su lugar. A su hermana le gustan los deportes como el fútbol y rugby, pero el golpe en su cadera le impedirá practicarlo al menos 6 meses.
“A mí me sacó mi primo y luego un paramédico me ayudó. Me sacaron y me metieron a la ambulancia”, contó Melanie.
Ellas viven en una difícil situación económica con su madre. La ficha del Seguro Social solo la pueden usar hasta finales de este mes, ya que su padre está desempleado,
“Mis hijas quedaron atornilladas, una en la cadera y la otra en el fémur. No pueden ir a la escuela por las fracturas”, contó Anayansi Ramírez, madre de Melanie y Sthyfani.
Esta es solo una de muchas historias de pasajeros afectados por los buses pirata.
“La concesionaria no ha dicho nada, ni se ha reportado. Lo que hemos averiguado es que el bus es de un diputado, pero nadie quiere decir el nombre”, manifestó Luis Torres, del Movimiento 23 de octubre.
“Al final no responde nadie. No hay a quien responder, es un problema real que está confrontando el usuario”, lamentó el abogado Víctor Martínez.
Melanie y Sthyfani temen no poder cumplir con su recuperación por falta de recursos. Saben que el conductor tiene 22 años, 3 años menos que la edad permitida por ley para poseer una licencia de conductor de transporte público.