Arzobispo Ulloa llama a rechazar la violencia y construir la paz en vísperas de la Navidad

En su reflexión, el arzobispo puso especial énfasis en los sectores más vulnerables de la población, a quienes, aseguró, la sociedad suele relegar.

El arzobispo de Panamá, José Domingo Ulloa. / TVN

Panamá/A las puertas de la Navidad, el arzobispo de Panamá, José Domingo Ulloa, hizo un llamado firme a la sociedad panameña a rechazar la violencia, romper con la indiferencia y acoger la paz como un compromiso cotidiano, más allá de las celebraciones religiosas.

Durante su mensaje con motivo del cuarto domingo de Adviento, Ulloa invitó a vivir la Navidad no solo como un recuerdo litúrgico, sino como una oportunidad de transformación personal y social. “No lo hacemos como quien recuerda un acontecimiento del pasado, sino como quien se prepara para acoger hoy una Presencia viva que quiere nacer en medio de nosotros”, expresó.

El arzobispo advirtió que no es coherente celebrar el nacimiento de Jesús mientras persisten prácticas que dañan la convivencia y profundizan las desigualdades. “No podemos celebrar al Príncipe de la Paz mientras toleramos la indiferencia, la injusticia o el abuso del poder”, subrayó.

Violencia, pobreza y exclusión

Ulloa señaló que vivir la Navidad “con verdad” implica llevar el mensaje del pesebre a la vida diaria, lo que supone un rechazo frontal a la violencia en todas sus formas. En ese sentido, instó a “cortar de raíz los círculos de violencia que hieren nuestra convivencia” y a optar por la reconciliación y la paz, comenzando desde el ámbito personal y familiar.

También hizo un llamado a no normalizar realidades que afectan a miles de panameños. “No acostumbrarnos jamás a la pobreza, la desigualdad ni a la exclusión”, dijo, al tiempo que destacó la urgencia de trabajar por una sociedad con educación de calidad, acceso a la salud y oportunidades reales de trabajo digno.

En su reflexión, el arzobispo puso especial énfasis en los sectores más vulnerables de la población, a quienes, aseguró, la sociedad suele relegar.

El Niño de Belén nos obliga a volver la mirada hacia los enfermos, los adultos mayores, los migrantes, los privados de libertad y tantas personas que viven la soledad y el abandono”, afirmó.

Según Ulloa, en estas personas “Cristo sigue pidiendo acogida, cuidado y dignidad”, un llamado que, dijo, interpela directamente a las instituciones y a la ciudadanía en general.

Educar para la paz

El mensaje también abordó la necesidad de educar en valores como base para la paz y la cohesión social. Ulloa exhortó a “sembrar fraternidad donde hay división, honestidad donde hay corrupción y respeto donde hay desprecio”, como camino para construir un país más justo.

Solo así podremos edificar un país en el que nadie sea descartado y en el que cada persona tenga un lugar, una voz y una esperanza”, sostuvo.

El arzobispo concluyó su mensaje con una invitación a que la Navidad no sea solo un tiempo de luces y celebraciones, sino un momento de cambio real. “Que esta Navidad no pase sin transformarnos”, expresó, y pidió que Cristo encuentre una sociedad “comprometida con la vida, la dignidad y la esperanza”.

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