Desempleo y corrupción, los mayores retos que deja 2025 para Panamá, advierte presidenta de Apede

Aunque destacó que la economía mostró señales de recuperación, la dirigente empresarial fue enfática en que el crecimiento económico no es suficiente si no se refleja en empleo y bienestar.

Guilia De santics, presidenta de la Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresa (Apede). / Cortesía/Apede.

Panamá/El desempleo, la informalidad laboral y la corrupción se consolidan como los principales desafíos que enfrenta Panamá tras un 2025 marcado por tensiones sociales, decisiones complejas y un entorno internacional exigente, según advirtió la presidenta de la Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresa (Apede), Giulia De Sanctis.

En su balance de fin de año, De Sanctis describió el 2025 como un periodo intenso y acelerado. “Si algo nos deja el 2025 es una sensación compartida: no vivimos un año, vivimos una década condensada”, afirmó, al señalar que el país acumuló en pocos meses conflictos, aprendizajes y fracturas sociales que no deben normalizarse.

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Crecimiento que no se traduce en empleo

Aunque destacó que la economía mostró señales de recuperación, la dirigente empresarial fue enfática en que el crecimiento económico no es suficiente si no se refleja en empleo y bienestar. Panamá cerraría el año con un crecimiento cercano al 4–4.5 %, impulsado por sectores como el Canal de Panamá, la logística, el turismo, el comercio y el sector financiero.

Sin embargo, advirtió que ese dinamismo ha sido desigual, con retrocesos en la agricultura y algunas ramas industriales, y con impactos severos en provincias como Bocas del Toro, donde el empleo y las exportaciones se vieron afectados.

El crecimiento no basta si no se siente en la vida cotidiana. Si el ciudadano no percibe empleo formal, oportunidades reales y servicios públicos que funcionen, el crecimiento se queda en la estadística”, subrayó.

Informalidad: un problema estructural

De cara a 2026, De Sanctis señaló que la primera decisión impostergable es enfrentar “sin excusas” el binomio desempleo–informalidad, que golpea directamente a las familias panameñas.

“La informalidad no es una abstracción económica”, afirmó. “Es el emprendedor atrapado en trámites interminables, la trabajadora independiente que no factura porque nadie se lo exige, el ciudadano que no se inscribe en la CSS porque el sistema es complejo, costoso o poco amigable”.

En ese sentido, sostuvo que el Estado debe simplificar, digitalizar y acompañar, pero también fiscalizar con criterio, para facilitar la formalización y ampliar las oportunidades laborales.

Corrupción y confianza en el Estado

El segundo gran desafío, según la presidenta de APEDE, es recuperar la confianza en lo público, una tarea que pasa necesariamente por un combate frontal contra la corrupción.

La confianza no se reconstruye con discursos, sino con reglas claras, resultados medibles y un combate frontal contra la corrupción”, afirmó. En ese contexto, señaló que el Proyecto de Ley 291, Ley General Anticorrupción, representa una oportunidad clave para fortalecer la institucionalidad.

“No debatirlo ni aprobarlo enviaría un mensaje peligroso: que la impunidad sigue teniendo espacio”, advirtió, al señalar que la normalización de la impunidad debilita el Estado, encarece el financiamiento y compromete el desarrollo.

Proyectos estratégicos y consenso

De Sanctis también abordó la necesidad de ejecutar proyectos estratégicos con transparencia y reglas claras, citando el impacto económico y laboral que tuvo el cierre de la mina, especialmente en provincias como Coclé, y señalando que cualquier discusión sobre su reapertura debe basarse en auditorías integrales y responsabilidad social.

En contraste, destacó proyectos como Río Indio como ejemplo de planificación con visión país, al garantizar agua para el Canal y la población, respetando derechos comunitarios.

Finalmente, resaltó que el acuerdo alcanzado en la mesa del salario mínimo demostró que el diálogo es posible. “Cuando empleadores, trabajadores y Estado se sientan a negociar con responsabilidad, gana Panamá”, afirmó.

De cara al próximo año, la presidenta de APEDE concluyó que el país debe transitar “del conflicto a los acuerdos, de la desconfianza a la construcción y de la informalidad a las oportunidades”, con el objetivo de que el progreso se sienta en el trabajo, en la calle y en los hogares panameños.

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