Día Mundial contra las Drogas: jóvenes, las principales víctimas en Panamá

Esta fecha no solo busca generar conciencia pública, sino también impulsar políticas más humanas, centradas en la prevención, la atención integral y los derechos fundamentales.

Día Mundial contra las Drogas: jóvenes, las principales víctimas en Panamá. / TVN

Panamá/Panamá enfrenta múltiples retos en materia de prevención, consumo y tráfico de drogas. Los jóvenes y menores de edad son las víctimas más vulnerables. El Día Mundial contra las Drogas se celebra cada 26 de junio para fortalecer la acción y la cooperación, a fin de lograr un mundo libre de drogas.

Pero los esfuerzos son múltiples, porque se trabaja contra estructuras criminales que, con el pasar de los años, han perfeccionado su forma de trasegar sustancias ilícitas.

Desde su primera celebración en 1989, se llevan a cabo diversas actividades y campañas de concienciación en todo el mundo, destacando la importancia de tratar a las personas que consumen drogas con respeto y empatía, y de proporcionar servicios de atención basados en evidencia.

En Panamá, uno de los principales problemas es el consumo de drogas en la juventud, que va en aumento.

“Estamos viendo que población más joven está llegando al programa. Nosotros admitimos pacientes de 18 en adelante. Y la población del año pasado, que tuvo un número importante, un porcentaje importante, fue entre 18 y 30 años”, manifestó la psiquiatra Juana Herrera.

Panamá enfrenta creciente desafío por consumo y tráfico de drogas. / TVN

Que los jóvenes se acerquen cada día más a la droga, de acuerdo con Herrera, significa que “tenemos que trabajar con la familia, trabajar en la escuela, trabajar con la sociedad, porque algo le está pasando a nuestros jóvenes, que se dedican o buscan un apego con la droga en vez de buscarlo con otras actividades positivas”.

Esta fecha no solo busca generar conciencia pública, sino también impulsar políticas más humanas, centradas en la prevención, la atención integral y los derechos fundamentales.

Es por ello que se trabaja en los barrios populares, donde es más evidente el consumo de droga, sobre todo cuando alcanza a los más vulnerables.

“Importante el valor de la familia, porque todas esas personas, cuando uno va a conversar con ellos, a escuchar ‘¿qué te pasó?’, bueno, no tiene padre, fue abandonado, no tuvo oportunidad… Las oportunidades, por ejemplo, pues, son fundamentales para todas estas personas, que también hay que saber curar esas heridas, curarlas para que puedan rehacer sus vidas, que es lo más importante”, planteó el fray Javier Mañas, párroco de la iglesia La Merced.

El problema mundial de las drogas plantea un reto de múltiples facetas, que afecta la vida de millones de personas en todo el mundo: desde las personas que sufren trastornos por consumo de sustancias, hasta las comunidades que enfrentan las consecuencias del narcotráfico y la delincuencia organizada.

Con información de Hellen Concepción

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