Estudio en Azuero busca detectar la presencia de metales pesados en recién nacidos sanos

Investigación previa detectó contaminantes químicos en sangre y orina de bebés sanos, evidenciando impacto ambiental en la salud humana.

Estudio en Azuero busca detectar los efectos de la presencia de metales pesados en bebés . / Pexels

Ciudad de Panamá, Panamá/Desde 2023, investigadores panameños vienen alertando sobre los efectos de los plaguicidas en bebés de la región de Azuero. La contaminación química en esta zona y en varias provincias del país ha dejado de ser un problema ambiental abstracto para convertirse en una amenaza directa a la salud humana, según revelan los hallazgos de una investigación pionera.

El doctor panameño Iván Landires, genetista pediatra formado en el Instituto Pasteur de París, lidera un equipo de investigadores que busca detectar metales pesados en la sangre del cordón umbilical y en la primera orina de recién nacidos sanos. Tras completar su doctorado en el Instituto Pasteur en 2012, Landires fundó el Instituto de Ciencias Médicas en Azuero con financiamiento de la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt). Su objetivo: aplicar en Panamá los conocimientos adquiridos en el extranjero para desarrollar estudios de investigación en medicina y salud pública.

La motivación específica para este estudio surgió de la crisis de la atrazina que contaminó el río La Villa en 2017. "Decidimos investigar si esos mismos contaminantes que se habían encontrado en el río La Villa y en el medio ambiente podrían estar presentes en los fluidos biológicos de las personas", explicó Landires. Como genetista, su interés particular se centra en determinar si estos contaminantes ambientales tienen impacto en el genoma humano. Para ello, su equipo utiliza biomarcadores especializados llamados micronúcleos, técnicas que permiten detectar si los contaminantes causan daños a nivel genético.

La investigación se desarrolló en colaboración con el doctor José Villarreal, químico del Instituto de Investigación Agropecuaria de Panamá (Idiap), quien previamente había identificado metales pesados en estudios del río La Villa publicados en revistas científicas.

"Le propusimos al doctor Villarreal que midiera en sangre y orina de recién nacidos estos contaminantes ambientales, los mismos metales pesados que él ya había encontrado en estudios previos", detalló Landires.

Este trabajo tiene antecedentes significativos. En 2024 se publicó un estudio internacional liderado por el doctor Nicolás Olea de la Universidad de Granada, en colaboración con la doctora Nelva Alvarado de la Universidad de Panamá y el equipo de Landires. Esa investigación analizó placentas de mujeres de Azuero durante partos normales y encontró pesticidas y diversos contaminantes en las muestras procesadas en España.

Metodología y descubrimientos alarmantes

El estudio actual se realizó con muestras de recién nacidos sanos del Hospital Dr. Joaquín Pablo Franco, en el distrito de Las Tablas, y del Hospital General Cecilio A. Castillero de Chitré. Los investigadores tomaron muestra de sangre del cordón umbilical y la primera orina de los bebés al nacimiento.

"Hemos encontrado correlaciones de estos metales pesados con ciertos cambios cromosómicos que son microscópicos que producen ciertas aberraciones cromosómicas. Todavía no está claro si esto puede tener un impacto clínico, pero sabemos que tiene un impacto a nivel del genoma. Es un estudio piloto", explicó Landires. El doctor destacó que este tipo de contaminación no es exclusiva de Panamá.

"Donde se hagan los estudios en el mundo entero se ha encontrado metales pesados en los recién nacidos. Europa, China, Estados Unidos, Latinoamérica. Lo que quiero decir que probablemente y, lo más probable, lo más cierto es que esto no sea solo un problema de contaminación en orina y sangre de personas de Azuero. Muy probablemente esta contaminación también aparece en otros recién nacidos de otras provincias", reveló.

Esta práctica, conocida como biomonitorización, es común en países desarrollados. Sin embargo, lo que convierte este estudio en pionero es que representa la primer estudio cohorte realizado en Panamá. Consultado sobre las altas tasas de cáncer en el país, Landires confirmó una realidad preocupante: "Las tasas de cáncer están altas en Azuero, pero no solamente en Azuero. A nivel de todo el país, las tasas de cáncer son más altas que en otros países como europeos y de Norteamérica".

"En Azuero hay una mayor incidencia de cáncer que en el resto del país, pero en todo Panamá la incidencia es muy alta. Hay que buscar las causas", agregó el especialista.

Fuentes múltiples de contaminación

Los metales pesados detectados pueden provenir tanto de fuentes naturales como de actividades humanas. "La contaminación por metales pesados viene del medio ambiente de manera natural, está en las rocas y el suelo, (...) pero también se produce por actividad humana: procesos industriales, agricultura, agroquímicos", explicó Landires.

Particularmente preocupante es que no es necesario vivir cerca de fuentes de contaminación para estar expuesto. "La contaminación por metales pesados se ha encontrado en el mundo entero en muchos alimentos. Lo que hay que hacer en los estudios de, si los alimentos que consumimos, tienen esa contaminación por metales pesados a nivel de todo Panamá. El arroz se ha encontrado que tiene contaminación por metales pesados. Y aquí en Panamá todo el mundo, todos comemos arroz. Entonces allí podría haber una potencial fuente de contaminación", dijo.

Aunque el estudio se realizó en Azuero, Landires considera que el problema es nacional. Estudios del Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA) han encontrado pesticidas en varias cuencas hidrográficas del país, confirmando que la contaminación no se limita a una sola región.

"Muy probablemente esta contaminación también aparece en otros recién nacidos de otras provincias. Hay que hacer los estudios en Chiriquí, Panamá, Panamá Oeste, Veraguas, Colón", recomendó el investigador.

Este estudio piloto es apenas el primer paso de una investigación más ambiciosa. Landires planea desarrollar la "Cohorte Peladitos", un seguimiento longitudinal de niños desde el nacimiento durante toda su vida, que funcionaría paralelamente a la "cohorte PA-MAMI" liderada por el doctor Nicolás Olea.

Un llamado urgente a la acción

Landires es manifestó que esta contaminación proviene desde hace muchos años. Añadió que es producto de un modelo de desarrollo "depredador del medio ambiente". El especialista identifica múltiples fuentes: deforestación alrededor de las cuencas que aumenta la concentración de metales pesados naturales en los ríos, actividad humana, contaminación por agroquímicos, actividades industriales y liberación de combustibles fósiles.

"Cuando estamos hablando de que hay contaminación natural, también podemos hablar de que el deslave de las cuencas por deforestación produce que los ríos se enturbien y se dañen por la deforestación alrededor de las cuencas. Eso aumenta la concentración de metales pesados naturales en los ríos", indicó.

En Europa, donde Landires realizó su formación, la biomonitorización está muy desarrollada, en donde estudios buscan intencionalmente contaminación por químicos que estos afectan la salud. Finalmente, el doctor señaló que el país requiere que se desarrollen políticas públicas adecuadas que "permitan que la gente viva en un mejor ambiente y que podamos disminuir el impacto humano sobre la contaminación ambiental y que pueda disminuir los niveles de contaminación en nosotros".

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