Historias de fuegos que acaban vidas en Panamá
Un poderoso sol de verano conquista la ciudad de Panamá, mientras que un grupo de hombres y mujeres conversan amenamente en un comedor. Suena el teléfono, un silencio momentáneo parece apoderarse del recinto, antes que suene un timbre acompañado de la voz: 10-70 Héctor en Villa Lucre.
El grupo de hombres y mujeres, son bomberos de la Estación Florencio Arosemena de San Miguelito, que ha recibido la llamada que los alerta de un nuevo fuego de herbazal, cuyo nombre clave en la jerga bomberil es 10-70 Héctor.
Apenas habían empezado a saborear la comida, pero deben abandonar el sagrado momento que todo ser humano disfruta, para ir a atender la emergencia.
El camión de extinción es encendido y los camisas roja salen a toda velocidad por las destruidas calles que han sido víctimas de la construcción de la Línea 2 del Metro de Panamá y que además están abarrotadas de autos en medio de un pesado tranque vehicular.
Este incendio de herbazal, también conocido como Incendios de Masa Vegetal (Imave), es tan solo el primero de los tantos que deberá atender el personal de turno de la estación bomberil de San Miguelito.
Este tipo de siniestros son propios de la temporada de verano en Panamá, los bomberos no descansan combatiéndolos y aunque parecen simple “hierva prendida”, como diría cualquier que no conoce la labor, este tipo de incendios ya ha provocado dos unidades heridas y uno que perdió la vida.
Jorge Carreño, Capitán de la Compañía Forestal del Cuerpo de Bomberos de Panamá, los conoce bien. Todos los años está preparado desde el mes de diciembre con un discurso de prevención que empieza a surtir efecto en las estadísticas, pero que aún no erradica en un 100% este mal de la quema indiscriminada.
“Para este 2018 tenemos una alta ocurrencia en la provincia de Coclé. Estamos atendiendo por zona entre 7 a 10 incendios a la misma vez (…) Hemos tenido bomberos fatigados con golpes de calor. En el área de la 9 de Enero, tuvimos una unidad que desempeñando su labor cae desde aproximadamente 20 pies de alto”, señaló el Capitán Carreño.
Los incendios de masa vegetal provocan un gran desgaste en el Cuerpo de Bomberos de Panamá.
Emergencias se dejan de atender de manera inmediata, inversión económica alta, daños a la naturaleza y el riesgo al que se enfrentan las unidades bomberiles son algunas de las consecuencias.
Hasta el mes de marzo del 2018, se han reportado en Panamá, unos 2004 incendios de herbazales. Una cifra menor en comparación con el 2016, cuando se registraron más de 6 mil incendios.
Las unidades del Cuerpo de Bomberos insisten en la prevención y le piden a la población que tomen las acciones necesarias.
Incendiar herbazales y zonas protegidas en el territorio panameño es un delito que podría llevar los responsables hasta la cárcel.