Insisten en que la prevención de la delincuencia inicia desde el hogar

Una vez se empezaron a levantar las medidas de restricción de movilidad tras atravesar la parte más cruda de la pandemia, los actos delictivos en las calles del país fueron aumentando preocupantemente, sobre todo por la participación de jóvenes.

El presidente de la Fundación Casa Blanca, Antonin Aizpurúa, dijo que este es un tema que hay que verlo de cerca, que es parte de la desigualdad que existe en nuestro país, en cuanto a la equiparación de oportunidades para los jóvenes.

Para él, la época de pandemia trajo un poco de libertinaje para los jóvenes, asegurando que el primer anillo de seguridad son los padres de familia, no las entidades gubernamentales.

Señaló que es hora que las autoridades salgan de las oficinas para que se enteren de lo que realmente sucede en los barrios, porque son los dirigentes sociales quienes están atendiendo estas situaciones.

Destacó que, en El Chorrillo la fundación Casa Blanca trabaja de la mano con las autoridades policiales, pero reiteró que es importante que los padres jueguen su rol de saber con quién está su hijo, qué está haciendo, por qué copia patrones de conductas indebidos entre otras cosas.

“Yo necesito un psicólogo, pero yo pienso ir a pedir a las instituciones. Con la vocación de servicio a la comunidad se nace, no es solo responder a un salario, nosotros tenemos niños que necesitan atención”, manifestó.

Aizpurúa finalizó diciendo que es muy difícil que el Estado entienda que es un problema de Estado.