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El Ministerio de Ambiente presentó los resultados del exhaustivo estudio realizado en Panamá sobre degradación y deforestación. Este análisis es importante para comprender, con mayor rigurosidad científica, la dinámica de los bosques.
Se trata de un estudio que se ha desarrollado en nuestro país con expertos en cambio climático y que data desde 2010 hasta el 2024. El estudio revela cómo es el estado de nuestros bosques a nivel nacional y cómo están también sus suelos.
Se ha trabajado en al menos 33 mil parcelas que han sido evaluadas y que indican cómo ha sido el tema de la deforestación en el país, principalmente en zonas como la región de Azuero, San Blas y Cocle.
Este estudio también busca trabajar en métodos de protección y conservación para mitigar el cambio climático con una base de datos que permitiría entonces también que Panamá pueda acceder al mercado de carbono a nivel internacional.
Este estudio también se muestra cómo los niveles de deforestación han ido aumentando con el pasar de los años, ya que se habla de que se están perdiendo alrededor de 10 mil hectáreas de bosque a raíz de esta actividad ilegal.
El ministro Juan Carlos Navarro explicó que este mapatón da una línea base para saber exactamente qué está pasando con la deforestación y también la degradación del bosque, porque no solamente estamos deforestando áreas importantes, sino que también estamos degradando bosques existentes, talando, cambiando el bosque y quitándole calidad.
“Esta destrucción de nuestra biodiversidad y nuestros bosques nos está llevando al fracaso. Está acabando nuestras cuencas hidrográficas, poniendo en peligro las cuencas que dan agua a nuestras ciudades, agua a nuestra agricultura, agua para producir energía eléctrica e incluso, por supuesto, el agua para el canal que tiene su propia cuenca, gracias a Dios, bastante bien conservada, pero que también enfrenta retos importantes”, expresó.
Continuó diciendo que el estudio contiene la data científica detallada de lo que está pasando con los bosques y con una lección clara para nosotros.
También se podrá trabajar en estas zonas, principalmente para su restauración, reforestación y esa recuperación de la pérdida de bosques provocada por algunas actividades agrícolas. Además, hace referencia al daño del suelo producto de otra de las actividades frecuentes del verano, como la quema de los herbazales.