Panamá refuerza su compromiso frente a la degradación de tierras con acciones preventivas y sostenibles
Cuidar la tierra implica también proteger el agua, los alimentos y la estabilidad de las comunidades.
Ciudad de Panamá/En el marco del Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía, que se conmemora cada 17 de junio, Panamá se suma al llamado global a reflexionar y actuar frente a los efectos de la degradación de tierras, un problema silencioso pero de profundo impacto social, ambiental y económico.
La degradación del suelo, intensificada por prácticas no sostenibles de uso de la tierra y los efectos del cambio climático, representa una amenaza directa a la seguridad alimentaria, la estabilidad de los ecosistemas y el bienestar de las comunidades, especialmente en zonas secas y vulnerables.
En el país, diversas regiones muestran signos de deterioro en sus paisajes productivos, evidenciados en procesos como la erosión, la pérdida de fertilidad del suelo, escorrentías y una disminución en la capacidad de retención de agua.
Estos fenómenos no son aislados, sino el resultado de causas históricas y estructurales que requieren atención integral, planificación técnica y visión de largo plazo.
Frente a este escenario, el Ministerio de Ambiente impulsa un enfoque preventivo y sostenible, integrando la gestión del suelo en las políticas de cambio climático, la planificación territorial y el manejo de cuencas hidrográficas.
Como parte de estas estrategias, se promueven prácticas como la agroforestería, la agricultura y ganadería climáticamente inteligentes, y técnicas de conservación de suelos y aguas que fortalecen la capacidad de los ecosistemas para adaptarse y recuperarse.
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Entre las medidas implementadas destacan la construcción de zanjas de infiltración, terrazas, barreras vivas, el uso de cobertura vegetal permanente, sistemas de riego eficientes, rotación planificada de potreros y la restauración de áreas ribereñas.
Panamá también avanza en su compromiso con la Neutralidad en la Degradación de la Tierra (NDT), una meta alineada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible que busca equilibrar las pérdidas y ganancias de tierras productivas. A través de programas de restauración ecológica, formación comunitaria y alianzas con organismos internacionales, el país consolida alternativas técnicas y sociales para revertir el deterioro del suelo.
Sin embargo, más allá de las soluciones tecnológicas, expertos del Ministerio de Ambiente advierten que la respuesta debe ser también cultural.