Mayor número de casos de VIH en Panamá se detectan en personas entre 15 y 39 años
Los más recientes reportes que se han revelado por parte de la Fundación Probidsida, avalados por el Ministerio de Salud (Minsa), llaman la atención ante los casos que se cuentan en las comarcas Guna Yala y Ngäbe-Buglé.
La doctora Yazmín Higuero, del Programa de Enfermedades de Transmisión Sexual del Minsa, reitera que las comunidades indígenas, a nivel mundial son las más vulnerables de infectarse con el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) y Panamá no escapa a esa realidad.
Detalla que se ha visto un incremento en el diagnóstico de casos en esas zonas, lo que tiene que ver con las jornadas de trabajo que se hacen, no solo en las comarcas sino en todo el país para que las personas que viven con VIH tengan un tratamiento oportuno.
Hasta el 2018, según la doctora, el 74% de los casos que se han reportado, están distribuidos en la región de Panamá Metro, Panamá Oeste, San Miguelito, Chiriquí y la comarca Ngäbe-Buglé.
La mayoría de los casos tanto en las comarcas, como en el resto del país, se han detectado en personas entre los 15 y 39 años, es decir, en plena edad reproductiva.
“Vamos a tener un incremento de casos en el país porque estamos trabajando con metas” asegura y agrega que Panamá se ha afiliado a la meta 90-90, para aumentar el diagnóstico de los casos de VIH.
Esa meta consiste en que el 90% de las personas que estén infectadas, conozcan su estado serológico, tengan un tratamiento y que ese 90% también tenga conocimiento de su presión viral.
Higuero asegura que las pruebas de VIH son voluntarias y nadie puede obligar a una persona a hacérsela y eso está establecido en la ley.
Lo que hacen los médicos en la actualidad es que la ofrecen como cualquier otro examen de control de salud, para quitar los mitos y pensamientos errados de hace años atrás.
Se han hecho estudios y se ha determinado que en Panamá hay casos de jóvenes que empiezan su vida sexual a los 12 años.
La doctora destacó que se hace llamado a la prevención y a mantener las medidas de cuidado, sobre todo entre las personas que integran las poblaciones en riesgo como lo son las trabajadoras sexuales, hombres que tienen sexo con hombres y las mujeres trans.
El Estado gasta aproximadamente 10 millones de dólares anualmente en medicamentos e insumos para tratamientos para el VIH.
