Minsa investiga actividades que promocionan el consumo de ayahuasca
La ayahuasca, también conocida como yagé, es un brebaje que supuestamente altera la mente. Puede producir efectos adversos a la salud.
Peligrosa bebida podría estar promocionándose en supuestos rituales en Panamá. El Ministerio de Salud (Minsa) está en alerta y ya investigan de qué se trata.
El ministro de Salud, Miguel Mayo, confirmó que esta entidad le sigue la pista a la promoción y convocatoria, a través de las redes sociales, de una ceremonia de sanación del corazón, mente, cuerpo y espíritu a celebrarse entre el 25 y 27 de octubre próximo en Panamá, cuyo ritual incluye el consumo de ayahuasca, producto que supuestamente produce alucinaciones y efectos adversos a la salud.
"Nosotros estamos investigando y estamos en contacto con el ministro de Seguridad para ver estas situaciones que ha salido en redes sociales", comentó Mayo a los medios.
"Creo que es muy importante que nosotros le hagamos caso a todos los anuncios en redes sociales y tratemos de evitar estas cosas que pueden ser deletéreas a la salud de los panameños o de las personas que viven en nuestro país", añadió el ministro de Salud.
La ayahuasca, también conocida como yagé, es un brebaje que presuntamente altera la mente y está compuesto de dos plantas amazónicas. Su consumo forma parte de una ceremonia ritual propia de estas zonas, sin embargo es de uso restringido en muchos países.
"Muchas tribus en el área de Amazonas lo utilizan como parte de rituales, que es alucinógena y altamente peligrosa. Obviamente, como todas las drogas ilegales y alucinógenas, están prohibidas y son muy peligrosas al ser humano. Las combatimos como quien combate el tráfico de heroína o de cocaína", comentó el ministro consejero de Salud, Temístocles Díaz, a TVN Noticias.
"Tengo entendido que viene de otro país y que hacen reuniones en diferentes áreas y se anuncian. Estamos haciendo la estrategia para tratar de evitar esta situación", dijo Mayo a los medios.
Quienes defienden esta bebida en otros países aseguran que es una herramienta para tratar trastornos de estrés, depresión y adicciones. Sin embargo, las autoridades de salud de Panamá la catalogaron como un alucinógeno.