Venenos de animales, una posible clave en la lucha contra el cáncer en Panamá

Ciencias

Científicos panameños exploran el potencial terapéutico de toxinas de serpientes, escorpiones y arañas para combatir tumores malignos.

Serpientes, escorpiones, arañas y hasta abejas podrían esconder en su veneno moléculas capaces de combatir diferentes tipos de cáncer. / Canva

Ciudad de Panamá, Panamá/Lo que durante décadas ha sido sinónimo de peligro, hoy podría convertirse en una esperanza de vida para miles de pacientes con cáncer. Serpientes, escorpiones, arañas y hasta abejas podrían esconder en su veneno moléculas capaces de combatir diferentes tipos de cáncer.

Así lo destacaron expertos nacionales e internacionales durante el conversatorio “Venenos de animales y su importancia como agentes terapéuticos contra el cáncer”, organizado por la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt).

El encuentro formó parte de un proyecto doctoral de bioprospección para identificar compuestos con potencial actividad anticancerígena en venenos de animales ponzoñosos de Panamá. Investigadores de México, Turquía y Panamá compartieron avances sobre el estudio de toxinas capaces de inhibir la proliferación de células malignas, sobre todo en cánceres de mama, próstata y piel.

El poder oculto de las toxinas

Los venenos son cócteles químicos complejos que incluyen péptidos, proteínas bioactivas, enzimas y toxinas. Su alta estabilidad, potencia y especificidad molecular los convierten en candidatos prometedores para el desarrollo de nuevos fármacos. Algunas moléculas bloquean el crecimiento de células tumorales; otras interfieren en la formación de vasos sanguíneos que alimentan a los tumores.

En Panamá se registran 26 especies de serpientes venenosas: 15 de la familia Viperidae, cuyo veneno es hematotóxico, y 11 de la familia Elapidae, con veneno neurotóxico. También existen 11 especies de escorpiones de relevancia para la salud pública.

La farmacóloga Hildaura Acosta de Patiño, directora del Centro de Investigación e Información de Medicamentos y Tóxicos (Ciimet), detalló que entre los compuestos más estudiados figuran las desintegrinas, pequeñas moléculas presentes en el veneno de serpientes, capaces de inhibir la migración celular y, potencialmente, frenar la metástasis.

La Senacyt realizó el conversatorio ‘Venenos de animales y su importancia como agentes terapéuticos contra el cáncer’. / Cortesía de la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt).

Estudios internacionales y aplicaciones clínicas

El investigador mexicano Gerardo Corzo explicó que separar y aislar los componentes de los venenos permite evaluar su uso clínico. “Buscamos compuestos únicos que puedan inhibir células cancerosas”, señaló.

Desde Turquía, la doctora Figen Caliskan presentó estudios sobre el veneno del escorpión Androctonus crassicauda y sus efectos en el bloqueo de canales iónicos de las células malignas, así como investigaciones sobre veneno de abejas y su capacidad para alterar el potencial de membrana de células tumorales.

El cáncer es la primera causa de muerte en el país, responsable del 17 % de las defunciones. Cada año se registran unos 7,768 nuevos casos —14 diagnósticos diarios— y siete muertes diarias por esta enfermedad. Los tumores más frecuentes son de mama, próstata, cuello uterino, colon y estómago.

Según la Organización Panamericana de la Salud, el 40 % de los casos puede prevenirse y el 30 % puede curarse si se detecta de forma temprana y recibe tratamiento adecuado.

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