El Heat sabe que la lucha por el título pasa por Miami
Buenas nuevas para el Heat de Miami: es el único equipo invicto de local en esta postemporada. Mejor aún: el Heat conquistará el campeonato de la NBA si gana todos los partidos que le restan en su cancha. Claro que hay otras estadísticas que pueden frenar el entusiasmo: todos los equipos que quedan en la postemporada ganaron su único partido en Miami durante la campaña regular. La victoria de Miami en el segundo partido de la final de la Conferencia Este en Chicago vino con un premio extra. El Heat le quitó la ventaja de local a los Bulls y también la tendría en la final de la NBA contra Dallas u Oklahoma City. Poder controlar su destino de aquí en más enorgullece a los jugadores de Miami. "Derrotamos al mejor equipo de la liga en su cancha y ahora la presión es mantener la ventaja de locales, eso es importante en extremo", dijo el viernes el alero Chris Bosh. "Por supuesto, si defendemos nuestra localía desde este momento y hasta el final, ya pueden sacar cuentas". Con la serie empatada 1-1, el tercer partido de la final del Este se jugará el domingo por la noche en Miami. Son muchas las ventajas de ser locales y la mayoría son fáciles de imaginar: conocer la cancha, contar con el aliento de los aficionados, dormir en cama propia. También hay aspectos intangibles, aun cuando los jugadores implicados no estén conscientes de ellos. Dwyane Wade tiene un 67% de victorias (186 sobre 90 derrotas) en la temporada regular en su carrera profesional. Pero en postemporada ese porcentaje se dispara a 80% (32-8). ¿Por qué? "Esa es una gran pregunta", dijo el ala pivote del Heat Udonis Haslem, quien ha estado con Wade todos los partidos de postemporada que jugó en Miami. "En verdad no atino a decirlo. Quizá debido a que hay menos partidos de local en la postemporada, menos oportunidades de perder", aventuró. "Creo que nuestros aficionados siempre elevan su energía en la postemporada". El Heat tiene una foja de local de 6-0 en estos playoffs. Dallas sufrió el jueves por la noche ante Oklahoma City su primera derrota en casa en siete encuentros. Por supuesto, también está el otro lado de la moneda: a estas alturas de la competición, el equipo visitante evidentemente también es bueno. Chicago y Dallas comparten la mejor marca de visitantes en la postemporada, de 3-2. Los Bulls sólo permitieron más de 89 puntos en uno de esos cinco encuentros. Además, en su única visita en la temporada regular, Chicago ganó el 6 de marzo 87-86 en Miami, después de una remontada de 12 puntos. A partir de ese fin de semana, Chicago logró un registro de 14-3 de visitante, el mejor por mucho en la liga en ese período. Sin embargo, los Bulls también insisten en que su victoria en Miami hace casi tres meses no significará mucho la noche del domingo. "Hace mucho tiempo de eso", dijo el viernes el base de los Bulls y Jugador Más Valioso de la NBA, Derrick Rose. "Pero sé que todos estamos ansiosos por jugar. En estos días se tiene tiempo para pensar sobre lo que uno hizo mal en el juego y lo que se hizo bien, analizar el juego en casa". LeBron James piensa igual: dijo con frecuencia en las últimas semanas que jugar de local no significa nada, una lección que aprendió cuando jugaba en Cleveland. Los Cavaliers eran los primeros preclasificados en la Conferencia Este la temporada pasada y los primeros en toda la liga en 2009, pero en ambas ocasiones se fueron a casa sin el título.