MLB: Yanquis vencen a los Marineros con jonrón de Raúl Ibáñez
Raúl Ibáñez intentó prender el primer lanzamiento del venezolano Félix Hernández y no funcionó. Después recurrió a la paciencia y tampoco funcionó. Se puso de nuevo agresivo al bate y redituó. Ibáñez conectó un jonrón de tres carreras a su ex compañero en Seattle cuando iban dos outs en la sexta entrada, en una jugada que puso en ventaja a los Yanquis de Nueva York y les propició el triunfo del viernes en la noche por 6-2 sobre los Marineros. "Al enfrentar a un lanzador de elite como él, a veces el primer lanzamiento es el mejor", señaló Ibáñez. "Después se complica", agregó. Hernández, compañero de Ibáñez de 2005 a 2008, acababa de recibir una ventaja de 2-1. Comenzó contra Ibáñez de la misma manera que como con los demás rivales. "El primer lanzamiento (contra cada rival) fue bola picada", afirmó Hernández, quien detalló el error que causo el cuadrangular: "El lanzamiento salió hacia el medio del plato". El dominicano Robinson Cano pegó cuatro imparables para Nueva York, que superó los jonrones de Dustin Ackley y el ex Yanqui, el venezolano Jesús Montero, para asestar al ganador del Premio Cy Young de la Liga Nacional en 2010 su primera derrota en cuatro decisiones en el Estadio de los Yanquis. En noches consecutivas, Nueva York derrotó a David Price y King Felix, de Tampa Bay, que figuran entre los lanzadores de elite de la Liga Americana. "Creo que nuestros jugadores comienzan a sentirse mejor en el plato", dijo el piloto de los Yanquis, Joe Girardi. Ibáñez, que llegó a los Yanquis una semana después del inicio de los entrenamientos de pretemporada, tiene bateo de .268, ha pegado seis jonrones y remolcado 19 carreras. Estas cifras siguen a una temporada de desempeño lento que había suscitado dudas en Girardi. "Dijeron que tardaría en adaptarse durante la pretemporada", señaló el piloto. "A veces uno advierte esa situación en los jugadores de mayor edad", apuntó. Ibáñez sólo había enfrentado a Hernández tres ocasiones antes del viernes y afirmó que la única vista que le era familiar del lanzador era la espalda, porque le cubría los jardines. Hernández (3-2) recibió 11 imparables —dos menos que la cifra más alta de su carrera— y cuatro carreras en seis entradas dos tercios, su segunda actuación más corta en la campaña. Ponchó a siete y dio dos bases por bolas, en tanto que su promedio de carreras limpias aumentó de 1.89 a 2.29.