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Panamá/El boxeo panameño vuelve a estar en el centro de la atención internacional tras conocerse la detención del excampeón mundial Celestino “Pelenchín” Caballero en el condado de Miami-Dade, Florida.
De acuerdo con el portal especializado Mugshots Zone, el arresto del expúgil colonense ocurrió el pasado 15 de septiembre, lo que ha generado sorpresa y preocupación en los seguidores del deporte que lo vieron brillar en los cuadriláteros.
Según el reporte, Caballero, de 49 años, fue sorprendido manejando sin una licencia de conducir válida para el estado de Florida, lo que motivó la intervención de las autoridades locales. Sin embargo, al momento de redactar esta nota, el excampeón no aparecía en el sistema de búsqueda de reclusos bajo custodia del condado de Miami-Dade, lo que abre la posibilidad de que se encuentre en manos de las autoridades migratorias de Estados Unidos.
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La imagen muestra información sobre un registro de detención de una persona identificada como Celestino Caballero, con el número de cárcel 25015573. Los detalles incluyen:
Esto indica que Celestino Caballero fue detenido inicialmente por conducir sin licencia válida, con una fianza de $150 que parece haber sido cubierta. Además, hay una retención pendiente por cuestiones de inmigración, cuya fianza aún no se ha establecido.
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La ficha inicial de arresto consigna datos básicos de su identidad: nacido el 21 de junio de 1976, con una estatura de 5'11" y un peso de 180 libras. Más allá de esa información, las circunstancias posteriores a la detención no han sido aclaradas oficialmente por las autoridades competentes.
La noticia ha caído como un balde de agua fría en Panamá, donde “Pelenchín” Caballero es recordado como uno de los grandes campeones de la división supergallo, título que lo catapultó al reconocimiento internacional. Su trayectoria, marcada por noches memorables de triunfo, lo convirtió en una referencia del pugilismo istmeño, junto a nombres históricos que llevaron la bandera panameña a la cima del boxeo mundial.
Es importante destacar que un registro de arresto no equivale a una condena ni implica automáticamente culpabilidad. El estado legal de la situación puede cambiar rápidamente, sobre todo considerando que el caso podría involucrar procedimientos migratorios.
Mientras se esperan nuevos detalles sobre su estatus, la detención de Caballero marca un capítulo inesperado y complejo en la vida de un atleta que, en su momento, fue sinónimo de gloria deportiva para Panamá. Los aficionados y la comunidad boxística permanecen atentos, a la espera de que se esclarezca el futuro inmediato de una de las figuras más importantes del boxeo nacional en las últimas décadas.
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Antes de que su nombre volviera a ocupar titulares por su reciente detención en Miami-Dade, el excampeón mundial Celestino “Pelenchín” Caballero ya había asegurado un lugar en la historia del boxeo panameño y del pugilismo internacional. El colonense, dueño de un estilo único y un físico privilegiado, se convirtió en una de las figuras más temidas de la división supergallo, dejando una huella imborrable en el deporte de los puños.
Su carrera profesional, que se extendió desde 1998 hasta 2014, estuvo marcada por la disciplina, la contundencia y una estrategia que lo diferenciaron de sus rivales. Con 5’11’’ de estatura (180 cm) y un alcance de 73½″ (187 cm), Caballero fue un púgil atípico para la categoría, lo que le otorgó ventajas significativas sobre sus adversarios. Esa combinación de altura, alcance y técnica lo transformó en un boxeador difícil de descifrar y en un campeón de respeto.
En 16 años de trayectoria, el colonense disputó 43 combates profesionales, acumulando 299 rounds de experiencia. Su récord cerró con 37 victorias, 6 derrotas y ningún empate, cifras que hablan de consistencia y calidad. De esos triunfos, 24 llegaron por la vía del nocaut, lo que le otorgó un 64.86% de efectividad, un sello que lo convirtió en un boxeador letal y espectacular para los aficionados.
Bajo el nombre de Celestino Caballero Martínez, se consolidó como campeón mundial supergallo, peleó con guardia ortodoxa y residió en la Ciudad de Panamá durante su carrera, representando al país en los más exigentes escenarios internacionales. Tras colgar los guantes en 2014, no se alejó del ring: se mantuvo vinculado al boxeo como promotor, impulsando a nuevos talentos a través de su empresa Pelenchín Boxing Promotions.
Hoy, el legado de “Pelenchín” Caballero se mantiene como símbolo del boxeo istmeño, un recuerdo de la garra, técnica y potencia que llevaron a Panamá a lo más alto en los cuadriláteros. Su historia deportiva sigue siendo motivo de orgullo, incluso cuando la vida lo enfrenta a capítulos extradeportivos que contrastan con la grandeza alcanzada en el ring.
Fuente: BoxRec