El Floyd-Manny será visto en más de 150 naciones
Más de 200 millones de fanáticos a nivel mundial verán la pelea
Ha habido un par de frases que han representado bastante bien lo que ha significado, hasta el momento, la esperada pelea entre Floyd Mayweather y Manny Pacquiao. La primera de ellas es del promotor neoyorquino Bob Arum: "Esto es una locura", y la segunda es de parte de Floyd Mayweather: "Esto se trata del legado".
Esas dos frases retratan mucho del impacto global que tendrá este megacombate en la historia de Mayweather, en la historia de Pacquiao, en la historia del boxeo, en la historia del deporte y en la propia historia del mundo del entretenimiento.
Será una locura porque esta pelea no sólo será la más millonaria, la que más dinero recauda en PPV, la que más casas venda, la que más genere por la venta de boletos, la que más gane por patrocinios, por la venta de los derechos de televisión, en fin, será la pelea más vista en la historia del pugilismo.
Y se tratará del legado porque este combate podría darle el lugar que Floyd ha estado peleando desde hace mucho como uno de los mejores en la historia, porque Manny podría acrecentar su de por sí querida figura, porque esta pelea puede llevar al boxeo a otro nivel, aunque en ello corra el riesgo de tener un resultado directamente proporcional al desarrollo del combate.
La frase que envuelve a la locura y al legado tiene que ver con otra que soltó 'Money' durante la conferencia de prensa, el pasado 11 de marzo en Los Ángeles. "El 2 de mayo, el mundo se detendrá", anunció el mejor libra por libra del mundo, recalcando el significado histórico de este megacombate. No por nada le han llamado el 'Super Bowl' del boxeo.
Hace unos días, el presidente del Consejo Mundial de Boxeo, Mauricio Sulaimán, revelaba que una fuente de entera credibilidad al interior de la organización del combate, que se estaban negociando los derechos de televisión en al menos 150 naciones.
Si bien la audiencia que tendrá este pleito no alcanzaría en Estados Unidos la que tuvo el Super Bowl de este 2015, contabilizada en más de 114 millones de televidentes, los números son bastante grandes tratándose para una pelea de boxeo. Tampoco llegará a los ratings que acanzó la final de la Copa Mundial Fifa 2014 a nivel mundial, pero llegará a muchos más países de los que cualquiera hubiera imaginado.
En Estados Unidos, por ejemplo, se esperan al menos tres millones de casas vendidas, y se estima una audiencia de 30 millones de televidentes, cuando menos. En Filipinas, tierra de Manny, se dice que verán la pelea entre 96 y 98 millones de fanáticos.
En Inglaterra, donde la pelea va por pague por ver, también se espera una audiencia récord, lo mismo que en México, donde va en televisión abierta, donde se espera que puedan tener una audiencia de 45 millones de seguidores.
El impacto que este combate ha tenido se ha notado también a través de las redes sociales, principalmente twitter, donde Floyd tiene casi 5.3 millones de seguidores y Manny poco más de 1.76 millones de seguidores. Gracias a ello, la reunión que tuvieron en un juego de la NBA, el anuncio de la pelea y la conferencia han logrado convertirse en temas del momento de inmediato.
La atención se ha reflejado, además, en el alto interés que existe por los boletos. Si bien será difícil que el aficionado común pueda ir a la arena y tenga que conformarse con ver el duelo por televisión, la disposición de millonarios por pagar una cantidad sin final de dólares ha provocado que a 25 días de la pelea, ni hayan sacado a la venta las entradas que habían dicho pondrían en taquilla y mucho menos los precios finales de la función.
Lo que ha tenido ya algunas críticas por parte de la fanaticada que engrosará las cifras millonarias de este combate, es que no han anunciado un respaldo digno de una función de este calibre, y aunque mediáticamente quizá no necesiten quien les robe la atención ni poner peleas de calibre, por la sola atención que tendrá la jornada, bien hubiera valido la pena ofrecer un extra a la afición.