El Barça busca su redención en territorio enemigo
Se enfrenta al Man. City en octavos de la Champions League
Lo que hace apenas unos días se presentaba como una buena oportunidad para lucir potencial ante Europa se ha convertido, por obra y gracia del Málaga, en una reválida para el Barça de Luis Enrique. Buena parte del crédito está en juego después de la decepción del sábado, aunque en manos del Barça está demostrar que fue sólo un tropiezo, un paréntesis en la buena línea de juego del conjunto de Luis Enrique.
Manchester representa una buena oportunidad para sacudirse las malas sensaciones del sábado sin darles tiempo a que cojan consistencia. Pero, para que eso sea posible, será necesario que esta noche aparezca del Barça de las grandes ocasiones.
Mientras los azulgrana se vieron sorprendidos el pasado fin de semana por un revés que nadie intuía después de once victorias seguidas, el Manchester viene de experimentar todo lo contrario: tras una fase de dudas, irregularidad y un balance pobre de resultados, ha ganado ampliamente sus dos últimos partidos: 1-4 en el campo del Stoke City y 5-0 en casa ante el Newcastle, en un repóker que además supuso el primer partido sin encajar goles para el City en once partidos en todas las competiciones.
Es decir, once partidos del Barça ganando; once partidos del City concediendo goles. Y, de repente, las sensaciones emocionales previas al ‘kick-off’ se han alternado.
En la expedición barcelonista flotaba ayer la sensación de que el equipo necesita reaccionar rápidamente. También, sin decirlo abiertamente, hay quien considera dentro del vestuario que el resbalón, siendo malo, llegó a tiempo de corregirlo. Un aviso que tensa más la disposición azulgrana ante el partido.
Revancha poco deseada
Para ambos equipos, el partido tiene un aire de repetición que ninguno de ellos deseaba. Hace un año el partido de esta noche tuvo una primera edición y probablemente para ambos el resultado del sorteo fue un disgusto. Pero, llegados a este punto, la necesidad es distinta para ambos.
El Barça es consciente de que no pasar de octavos de final sería considerado un fracaso después de no fallar a la antepenúltima cita desde 2007. Ocho ediciones consecutivas como cuartofinalista, mínimo. El Manchester, por su parte, nunca ha superado los octavos. Está obligado, por potencial e inversión económica, a mucho más.
Ambos equipos saltarán al césped con sus mejores galas, aunque el City no puede contar con el ex azulgrana Touré Yaya, pilar del conjunto de Pellegrini.
El tridente azulgrana se presenta en el Reino Unido, en el mismo estadio donde hace un año la dupla Messi-Neymar causó estragos en el equipo ‘citizen’. Ahora se les ha unido Luis Suárez, al que se intuye una recepción ‘especial’. Todo a punto para un partidazo balsámico.