CR7 se desvive por llegar a la eliminatoria contra el Bayern
Mientras los jugadores del Real Madrid disfrutaban de día y medio de descanso tras proclamarse campeones de la Copa del Rey, Cristiano Ronaldo acudía a la solitaria Ciudad Deportiva de Valdebebas para entrenarse y apurar sus opciones de llegar a las semifinales contra el Bayern. No hay descanso para CR7, que tras perderse el Clásico de Copa no quiere faltar a ni una final más esta temporada. Y la semifinal de la Champions desde luego que lo es, casi tanto o más que el duelo copero del pasado miércoles. La pierna izquierda de Cristiano es posiblemente la parte del cuerpo más mimada de todo el planeta. En manos de Joaquín Juan, el fisio de Pau Gasol, CR7 trabaja diez horas al día, en sesiones de mañana y tarde, para poner fin a sus molestias en el tendón rotuliano y curar una rotura de un centímetro y medio en el bíceps femoral. Ninguna de las dos lesiones son poca cosa. La tendinitis del rotuliano le provoca un dolor muy difícil de soportar y la pequeña rotura fibrilar que sufre siempre está en riesgo de agrandarse si no se cura bien. Por eso, la situación es límite, aunque el fisioterapeuta que le trata ya ha protagonizado varios milagros en los últimos años. Ángel di María puede dar fe de ello, ya que hasta que no se puso en sus manos, no finalizaron sus problemas musculares. Cristiano Ronaldo juega por tanto una carrera contrarreloj que finaliza el próximo miércoles, fecha en la que el Real Madrid y el Bayern disputarán el partido de ida. No quieren riesgos Si Cristiano juega o no dependerá en buena medida de los riesgos que existan de recaer o empeorar de sus lesiones. Si existe un peligro claro de aumentar sus problemas, CR7 no jugará. No se va a forzar lo más mínimo al jugador portugués, sobre todo porque en el Madrid entienden que la eliminatoria se va a decidir en el partido de vuelta. Cristiano aseguraba el pasado miércoles, sobre el mismo césped de Mestalla, que los dolores van desapareciendo, pero no era capaz de poner fecha a su reaparición.