Austria pierde ante Irlanda y complica su presencia en Rusia 2018
Situación difícil para los austríacos
La selección austríaca de fútbol perdió una gran oportunidad de acercarse a la cabeza del grupo D en el camino al Mundial tras perder 0-1 frente a Irlanda, que suma diez puntos y deja a Austria a seis de la cabeza.
Los dos equipos salieron desde el comienzo con ganas de llegar al área rival, que no de jugar al fútbol.
Tanto locales como visitantes se olvidaron, desde el pitido inicial del árbitro, del toque en un centro del campo que tenía la labor principal de destruir el juego rival.
A los 45 segundos de partido una llegada de Arnautovic por la izquierda se convirtió en el primer saque de esquina a favor de Austria dejando patente la necesidad de sumar puntos de los locales.
Una primera parte llena de imprecisiones, despejes defensivos que se convertían en ataques y reiterativas pequeñas faltas que hacían el encuentro tedioso por momentos, solo contó con algunas jugadas de verdadero peligro cuando se acercaba a su final.
Austria pudo adelantarse entonces tras un disparo de Sabitzer al larguero, que superó de manera elegante y por alto la salida del meta Randolph.
La respuesta irlandesa llegó tras una gran jugada de su número diez y lateral izquierdo, Brady: hizo la pared con un compañero cerca del área rival y puso un balón medido por bajo al segundo palo que su compañero Walters no acertó a rematar.
A los tres minutos de la reanudación, Austria atacaba la portería rival cuando Wimmer, del Tottenham inglés, se dejó caer sobre el césped, reclamando una falta dudosa y facilitando así el contragolpe de Irlanda, que McClean terminó resolviendo dentro del área con su pie izquierdo para poner el 0-1 en el marcador.
Austria se vino abajo a partir del gol y solo la bandera del asistente, en una jugada irlandesa a balón parado, evitó que subiera al marcador el remate de cabeza de Walters.
La entrada de la joven promesa Louis Schaub (21 años) dio otro aire al equipo, que pasó a controlar mejor el juego.
Sin embargo, el control del juego contrastaba con el desacierto de cara a puerta, algo que evidenció Janko en la última jugada del partido, al ser incapaz de enviar entre los tres palos un remate de cabeza solo y dentro del área pequeña.