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Panamá/Se jugó otra jornada de la fase de grupos del Mundial de Clubes 2025 ofreció una mezcla intensa de emoción, decepciones y desafíos climáticos, sellando el pase de los últimos clasificados a octavos de final.
En Estados Unidos, donde el torneo se ha visto marcado por temperaturas extremas, los resultados definieron duelos clave y dejaron fuera a gigantes históricos.
Uno de los momentos más dramáticos se vivió en el Grupo E. En Seattle, River Plate cayó 2-0 ante el Inter de Milán y quedó eliminado del certamen. Los goles de Francesco Esposito (72’) y Alessandro Bastoni (90+3’) certificaron la clasificación de los italianos como líderes del grupo. River, mermado por sanciones en su mediocampo y condicionado por dos expulsiones durante el partido, se despidió prematuramente, reviviendo el fantasma que ya había golpeado a su eterno rival, Boca Juniors.
Pese a las bajas sensibles y un rendimiento irregular, el Inter logró sortear la fase con 7 unidades y enfrentará en octavos a Fluminense en Charlotte. El conjunto de Marcelo Gallardo, en tanto, necesitaba al menos un empate con goles para seguir con vida, pero no logró superar la presión ni el rigor físico del encuentro.
En paralelo, Monterrey no tuvo problemas para sellar su boleto. Con un 4-0 contundente sobre Urawa Red Diamonds, los ‘Rayados’ alcanzaron los 5 puntos y aseguraron el segundo lugar del grupo. Ahora, el equipo mexicano se medirá con el Borussia Dortmund en un choque de estilos que promete intensidad en Atlanta.
El Grupo F confirmó el dominio sudamericano con un “póquer brasileño” en octavos. El empate sin goles entre Fluminense y Mamelodi Sundowns selló el pase de los cariocas y la eliminación de los sudafricanos, dejando al continente africano sin representantes en la siguiente ronda. Así, Brasil contará con cuatro equipos entre los 16 mejores: Palmeiras, Botafogo, Flamengo y Fluminense.
Por su parte, el Borussia Dortmund aseguró el liderato del grupo al vencer 1-0 al Ulsan HD FC con un tanto de Daniel Svensson. Los alemanes sumaron 7 puntos y llegan a la siguiente ronda con paso firme, aunque también preocupados por las condiciones climáticas.
La constante durante todo el torneo ha sido el calor abrasador. Con temperaturas que superan los 35 ºC y picos de hasta 40 ºC, como el registrado en Charlotte durante el Benfica–Bayern, las condiciones extremas han obligado a implementar pausas de hidratación, descanso extendido y rotaciones intensas.
Técnicos como Niko Kovac (Dortmund) y Renato Portaluppi (Fluminense) han subrayado que el éxito no dependerá solo de la calidad futbolística, sino de la capacidad de adaptación al bochorno. En este Mundial, el calor no es un simple elemento ambiental: es un rival más.