Daniel Dhers, el 'X-Man' de Venezuela en Tokio-2020
Dhers comenzó a pedalear en Caracas cuando tenía 12 años.
Múltiple campeón de los X-Games, el caraqueño Daniel Dhers irá por primera vez a los Juegos Olímpicos como una de las grandes esperanzas de medalla de Venezuela en Tokio-2020.
Tras dos décadas de volar en bicicleta, Dhers aspira a despedir por todo lo alto su carrera en el estilo libre del BMX, que debuta en la agenda olímpica.
"¡Fue una locura!", dice, con enorme sonrisa, al recordar el momento en que se enteró que tenía puertas abiertas para buscar pasaje a Tokio, que le hizo posponer ideas de retiro.
Se colgó al cuello una presea de oro en los Juegos Panamericanos de Lima-2019 y, pocos meses después, garantizó su cupo olímpico.
"No sé qué va a pasar en Tokio. Yo, simplemente, hice mi tarea", declara Dhers, cinco veces campeón de los X-Games (2007, 2008, 2010, 2011 y 2013), durante una exhibición en las calles de su natal Caracas.
Ya no es un 'chamo', como le dicen en Venezuela a los jóvenes. Este hombre de 34 años, menudo, delgado y de largo cabello lacio, sabe que el final de su camino en el bicicross está "cerca" mientras explotan prodigios como el estadounidense Justin Dowell, de 20 años; pero lanza una advertencia: "Queda gasolina".
"Tengo ciertas dificultades que los chamos nuevos, no. ¿Sabes? Ellos duermen tres horas y van y pedalean como si nada. Yo tengo que dormir mis ocho horas, tengo que cuidarme más, pero tengo la experiencia que ellos no tienen", comentó.
- "Éramos el terror de Caracas" -
Dhers pudo con Dowell en los Panamericanos el pasado 11 de agosto, competencia en la que pudo recuperarse luego de sufrir una caída y subió al tope del podio tras una rutina que incluyó un giro de 720 grados en el aire.
Tokio-2020 "va a ser un reto, porque entre los nueve corredores (del BMX freestyle masculino), cualquiera puede ganar", expresa.
Rememora con felicidad el oro en Lima-2019: "Me caí (...). El chamo de Estados Unidos me dijo: Mira, Daniel, ¿por qué no lo haces así? Yo le dije: OK, vale, sí va (...) Miré hacia las gradas y vi a toda la delegación de Venezuela asustada (...). No los voy a mirar mucho, déjame enfocarme. Hice mi vuelta y, cuando terminé, dije: creo que la gané".
"Cambiamos la calamidad por la victoria", remata.
Dhers comenzó a pedalear en Caracas cuando tenía 12 años: "Había un chamo que se puso a saltar unas alcantarillas y me llamó la atención".
Conoció a otros muchachos que montaban en la calle, "saltando escaleras, barandas y muros". Ellos, expresa con sorna, "aterrorizaban la ciudad" y "yo también fui parte de ese terror".
Así, Dhers empezó en "un deporte diferente" en un país donde el béisbol es el rey.
Se escapaba de clases para subir a la bicicleta, enfrascado en una constante "batalla campal" con su madre. Fue cumpliendo sus sueños al mudarse al exterior, pasando por Argentina, Hong Kong, Brasil y Estados Unidos.
Ahora vive en Holly Springs, población de 30.000 habitantes en Carolina del Norte.
- Hora de "enseñar" -
Fue en Estados Unidos donde entró en la élite. "Yo sabía que era la meca", relata Dhers, quien recuerda como uno de sus referentes al fallecido mito estadounidense del BMX Dave Mirra.
"Él me enseñó muchísimo", sostuvo el caraqueño, que asume que ahora le toca a él "enseñar".
Por ello invitó a jóvenes pedalistas venezolanos a participar en su exhibición en Caracas. "(Mirra) me llevaba como 10 años y me doy cuenta que a muchos de estos chamos ahora les llevo 10, 15 o 20 años", declaró Dhers mientras señalaba a sus colegas adolescentes.
"Vivo afuera desde hace 20 años (...), pero siempre entendí que no me podía olvidar de dónde venía", asegura.
Llegó a pasar seis años sin pisar Venezuela, golpeada por una grave crisis económica y política. Hoy es optimista: "Hay un montón de dificultades, pero también hay un montón de cosas buenas".
Dhers toca guitarra y batería, afición a la música que le ayuda a concentrarse, haciéndolo "mejor deportista".
Con permanente tono bromista, confiesa otro inesperado talento: "Sé hacer el cubo de rubik en un ratico".
AFP.