Gimnasia panameña surge con nuevas figuras

Como un claro ejemplo que la combinación de estudio y deporte resulta en una fórmula ganadora, es el caso de las tres integrantes del equipo de gimnasia de Juan Díaz, que a su corta edad empiezan a cosechar triunfos, patentizando el futuro que Panamá tiene en este bellísimo deporte. Leslie Bonilla de 7 años, Ana Cristina Portugal de 10 y Patricia Reyes de 12 conforman el equipo gimnástico del Club Juan Díaz, que en sus respectivas categorías resultaron ganadoras en el Campeonato Nacional Infantil de Gimnasia Artística organizado por la Federación Panameña de Gimnasia en el gimnasio de Clayton. Pero para lograr esos triunfos las nóveles atletas han tenido que mantener un estricto régimen de entrenamiento para lograr en pocos meses un nivel técnico. Igualmente este trio de niñas complementa la actividad deportiva que a sus cortas edades se constituye en su pasión, con el estudio, tomando en cuenta que pese al esfuerzo que hacen diariamente para practicar va de la mano con su rendimiento escolar, cuando las tres con promedio de 4.7 se mantienen en los primeros puestos en sus respectivos colegios. ESFUERZO Y DEDICACIÓN Las tres que tienen menos de un año de estar practicando la gimnasia bajo las órdenes del entrenador Olobaliquiña Piler Díaz, mejor conocido como "Olob" en uno de los salones del Centro de Alto Rendimiento (Ceare) en la Ciudad Deportiva Irving Saladino, como testimonio de agradecimiento realizaron una visita al director general del Instituto Panameño de Deportes (Pandeportes), Javier Tejeira, quien además de felicitarlas les reiteró el respaldo para que puedan seguir desarrollando sus talentos deportivos. Tejeira indicó que es un compromiso de Pandeportes apoyarlas porque ellas garantizan la reserva deportiva de Panamá y en especial en este caso de estas tres niñas que de manera significativa y con esfuerzo y dedicación combinan de forma eficiente la gimnasia y los estudios. Por ejemplo para Leslie la cosa no es nada fácil, porque después de estudiar en la mañana en la escuela Altos de Cabuya en Tocumen, se traslada acompañada de una hermana en las tardes para entrenar en el Ceare, pero a pesar de retornar cansada a su hogar tiene que cumplir con sus obligaciones estudiantiles. La situación es algo diferente para Ana Cristina y Patricia al tener la facilidad de residir en los alrededores del complejo deportivo no descuidan sus estudios que realizan en el Colegio Parroquial San Judas Tadeo en Jardín Olímpico.