Muere Policía por pelea entre fanáticos violentos

Un policía murió el jueves luego de haber sido baleado horas antes durante un choque entre hinchas violentos de Estudiantes, el campeón de la Copa Libertadores de 2009. La policía dijo que el sargento Sergio Rodríguez, de 38 años, falleció en un hospital al que había sido trasladado tras recibir un balazo en la cabeza durante una pelea entre sectores antagónicos de barrabravas de Estudiantes que se disputan el control de la hinchada. Ese choque ocurrió en la estación ferroviaria de la vecina ciudad de La Plata, donde Estudiantes tiene su sede, cuando los barrabravas se trenzaron a golpes y a tiros antes de ir a la cancha donde su equipo cayó 1-0 ante Argentinos Juniors por el campeonato Clausura cuya séptima fecha se juega entre semana. Según la policía, Rodríguez se encontraba de custodia en esa estación y en medio de los incidentes fue alcanzado por disparos de bala de barrabravas que viajaban en un automóvil. El comisario general Salvador Baratta dijo que otro policía y un joven 17 años resultaron con heridas leves y que 42 barrabravas fueron detenidos. Durante la madrugada, la mayoría de ellos recuperó la libertad. Según el deportivo Olé, todo comenzó cuando unos 60 "barras" estaban en la puerta de la estación, otro grupo de 40 apareció, empezaron las pedradas y los golpes hasta que de un automóvil se disparó una ráfaga de fuego que fue devuelta por los agredidos. En los últimos meses, la lucha por el poder en la barra brava de Estudiantes se ha vuelto encarnizada, con episodios públicos de duros enfrentamientos dentro y fuera de la cancha. Esos episodio son usuales entre barrabravas del mismo club que buscan el control total de la hinchada. Además de "prestigio", ser un barrabrava de importancia en Argentina es un buen negocio: reciben numerosos boletos gratis de la dirigencia que luego venden; están organizados para cobrar dinero por el estacionamiento de vehículos en los alrededores del estadio y hasta embolsarían algún porcentaje por la venta de jugadores. A pesar de todo, hinchas violentos de varios clubes, entre ellos de algunos grandes como Independiente, se han unido bajo la promesa de portarse bien para acceder a ciertos beneficios de grupos afines con el gobierno que les allanarían el camino para viajar al mundial de Sudáfrica de 2010.