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Rex Ryan va ser despedido, un desarrollo que debió haber ocurrido hace mucho tiempo, y su reemplazo estará en busca de un jugador franquicia para reemplazar al que nunca lo fue, Geno Smith. Esto son los juegos predecibles de los New York Jets del 2014, un equipo de football que cada domingo aparenta más ser un derrame de aceite. Para el poco agrado de los fanáticos de los Jets, Ryan y Smith ocupan lo que todos consideran como las posiciones más importantes en la NFL -- el entrenador en jefe y el quarterback. Un día después de la humillación en San Diego, Ryan y Smith estaban devuelta a sus juegos cuando el quarterback dio una excusa similar a la del perro se comió mi tarea por ir al cine el sábado en vez de a una reunión, y cuando el entrenador lo defendió, en parte demostrando que Smith no se perdió la última reunión, sino la penúltima reunión. Increíble. Ryan dijo el lunes que nunca se le ocurrió que, para el beneficio de envíar el mensaje correcto a su equipo, el sentar a su jugador más importante -- que días antes había discutido con un fanático -- era la ruta correcta a seguir. Claro que no. Ryan es un coordinador defensivo disfrazado de entrenador en jefe, y solo aquellos que se lucran de su posición de poder han sido lentos en conceder ese hecho. Hey, solo porque le caes bien a los jugadores no significa que ellos te respetan o te tienen miedo. Pero aunque es claro que a Ryan le queda grande el puesto, es igual de claro que los Jets están en una clara desventaja cuando se trata de la gerencia. Woody Johnson fue el que insistió en el coach incumbente cuando contrató a un nuevo gerente general, John Idzik, después de la temporada de 2012, y es ahora el que tiene que dar las explicaciones sobre el hueco en el que los Jets de Rex/Idzik se encuentran. Ryan necesita ganar ahora mientras Idzik puede darse el lujo de ganar después, y son esas agendas en conflicto las que han dejado a los Jets en un limbo que fue definido por su derrota por 31-0 contra los Chargers que tuvo como protagonista y desarbolado Smith y un suplente en Michael Vick, quien parecía que hubiera preferido estar en el cine al que fue Smith con una buena caja de palomitas de maíz con mucha mantequilla. "Fue un día malo en la oficina", dijo Nick Mangold. Los Jets de Woody Johnson tienen las maneras más cómicas de liderar la liga en esa categoría. En una liga de paridad que se centra en la noción de que todo el mundo comparte todo y todos gastan al mismo ritmo, Johnson tiene una nómina unos $21 millones por debajo del tope salarial en Nueva York. Nuevamente, en Nueva York. No importa cuantas veces hable su manera de reconstruir a través del sorteo y ahorrando dinero al desarrollar estrellas jóvenes, Johnson no puede escaparse de su estrategia fiscal más facilmente que los Wilpons pueden escaparse de la de ellos en Citi Field. Los Jets tienen muy poco talento o profundidad, especialmente en las posiciones claves, un hecho que ha amplificado las debilidades de Ryan el día de juego. Idzik tuvo un horrible sorteo esta primavera y sus movidas en realidad han servido para que los amantes de las teorías de conspiración piensen que su agenda estaba más dirigida a sacarle alfombra debajo de los pies a su entrenador en jefe para poder traer a su propio coach. Es difícil creer esa. Pero, es más difícil creer que Idzik pensaba que alguien como Dimitri Patterson podría ayudar a los Jets más como esquinero que el jugador que Ryan quería, Darrelle Revis. Idzik pudo haber adquirido a Revis -- visto por última vez apagando a A.J. Green para los Belichicks y Bradys el domingo por la noche -- por $4 millones menos que los Tampa Bay Buccaneers le pagaron el año pasado pero vez, lo dejó fimar con New England, el equipo que ha ganado la división de los Jets 11 de las últimas 13 temporadas. Johnson le dijo a los reporteros la semana pasada que nunca ha puesto frenos a los gastos de Idzik, lo que significa que o que el gerente general no quería a Revis o que no quería molestar a un dueños que estaba cansado de lidiar con los agentes de Revis. No que eso es importante ahora. Si Johnson no quería ayudar a su equipo y su entrenador por molestias de pasadas negociaciones, parece mentira que él no entienda cual el es precio de hacer negocios. Y si fue Idzik el que decidió que Revis no podía jugar a un alto nivel, pues la culpa es de Johnson por haber contratado a un gerente general que no tenía experiencia en la toma de decisiones sobre el personal. Idzik también pudo haberle quitado a Dominique Rodgers-Cormartie a los Giants parar aliviar un poco el dolor de Revis-a-los-Patriots, pero no lo hizo. También pudo haber escogido en el sorteo o firmado un ala abierta para quitarle un poco de presión a Eric Decker, y no lo hizo. Así que ahora los Jets están en 1-4 y con el prospecto de que enfrentan a Peyton Manningy Tom Brady. Más vale que los Jets aprieten el paso o "nos humillarán otra vez", como dijo Calvin Pace. Como la cosa se ve ahora, los Jets deben aspirar a un año de 3-13 para conseguir el primer turno del draft y entregarle la operación completa a una estrella potencial como Marcus Mariota, de la Universidad de Oregon. Pero hasta que ese momento llegue, los fanáticos se merecen mucho más que este equipo sin disciplina le está ofreciendo.