Un entrenador croata que tenía una exención médica, expulsado de Australia
El entrenador croata de tenis Filip Serdarusic, que se había beneficiado, como Novak Djokovic, de una exención médica para entrar en Australia, estimó este sábado que había sido expulsado debido a las controversias que rodean al número uno mundial.
Tras llegar a Australia con su hermano Nino Serdarusic (número 246 mundial), antes que Novak Djokovic, el entrenador croata contó al sitio de su país Sportklub.rs que fue convocado por las autoridades australianas la noche misma de la llegada del serbio, cuyo visado ha sido anulado dos veces y que espera en Melbourne la resolución de su situación.
"Si lo detuvieron a él, entonces debieron habernos detenido a nosotros también", explicó Serdarusic, cuyo hermano no se clasificó finalmente para el Open de Australia.
"Yo tenía dos posibilidades: volver legalmente a casa o hacer una nueva demanda de visado", añadió.
"Pero como, con un 99% de porcentaje, me habría sido denegado el visado, porque habían decidido que el hecho de haber contraído el Covid-19 no era ya un argumento válido, decidí volver, ya que no soy tan grande como Novak para pelear", dijo.
Serdarusic, de 29 años, pudo entrar en Australia gracias a una exención por haber contraído el Covid-19 en octubre, igual que la estrella serbia, que tampoco estaba vacunado y que dio positivo en diciembre.
La jugadora checa Renata Voracova tuvo también que dejar Australia el 8 de enero por las mismas razones.
Serdarusic defendió a Djokovic, que espera seguir en Australia para intentar ganar su 21º título de Grand Slam, lo que sería un récord.
"Cuando pedimos el visado, tuvimos que cumplir las condiciones. No hemos, ni Novak ni yo, inventado esta exención. Hemos jugado según sus reglas y hemos sido autorizados a entrar" en Australia, dijo.
"Hemos hecho solo uso de la posibilidad que nos han dado", añadió.
Djokovic, que nunca ha escondido su desconfianza hacia la vacuna anti-Covid, espera en un centro de retención de Melbourne que su caso sea resuelto finalmente tras la anulación de su visado por segunda vez por el gobierno australiano, que defiende que el jugador constituye un "riesgo sanitario".