Noticiero M.D.
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Londres, Reino Unido/El boxeador irlandés John Cooney, 28 años, falleció este sábado como consecuencia de las lesiones sufridas en un combate disputado hace una semana, anunció su promotor, Mark Dunlop.
Cooney se encontraba en cuidados intensivos tras sufrir una hemorragia intracraneal durante la pelea del peso superpluma que perdió contra el galés Nathan Howells hace justo una semana en Belfast.
La pelea fue interrumpida en el noveno asalto y Cooney trasladado a un hospital.
El mundo del boxeo está de luto tras la muerte del boxeador irlandés John Cooney, de 28 años, quien falleció este sábado como consecuencia de una hemorragia intracraneal sufrida durante un combate contra el galés Nathan Howells hace una semana en Belfast. Su promotor, Mark Dunlop, confirmó la noticia con un mensaje desgarrador: "Es con completa devastación que tenemos que anunciar que, después de una semana luchando por su vida, John Cooney ha fallecido tristemente", expresó MHD Promotions a través de la BBC. "Era un hijo, hermano y compañero muy querido, y nos tomará toda una vida olvidar lo especial que era".
El combate, que se disputó el pasado sábado, era por el título Celtic de peso superpluma de la British Boxing Board of Control. Cooney, quien había ganado sus primeros 11 combates, incluida una victoria contra el irlandés Liam Gaynor en noviembre de 2023, se enfrentaba a Howells en una pelea que prometía ser intensa. Sin embargo, el encuentro terminó en tragedia. En el noveno asalto, el irlandés colapsó y fue sacado del ring en camilla para ser trasladado de urgencia a un hospital, donde se le practicó una cirugía para tratar la hemorragia cerebral.
La muerte de Cooney ha vuelto a poner sobre la mesa los riesgos inherentes al boxeo, un deporte que, a pesar de su popularidad y tradición, conlleva peligros significativos para la salud de los atletas. Los golpes repetidos en la cabeza, incluso con protecciones como los guantes y el casco, pueden causar lesiones graves, como hematomas cerebrales, conmociones y daños neurológicos a largo plazo. En casos extremos, como el de Cooney, estas lesiones pueden ser fatales.
A lo largo de la historia, el boxeo ha cobrado la vida de varios púgiles. Ejemplos como el de Jimmy Doyle, quien murió en 1947 tras un combate contra Sugar Ray Robinson, o más recientemente, el fallecimiento del ruso Maxim Dadashev en 2019, son recordatorios de los peligros que enfrentan los boxeadores cada vez que suben al ring. A pesar de los avances en la medicina deportiva y los protocolos de seguridad, el riesgo de lesiones graves sigue siendo una realidad en este deporte.
La muerte de Cooney no solo es una pérdida para su familia y amigos, sino también para la comunidad del boxeo, que una vez más se ve obligada a reflexionar sobre cómo equilibrar la emoción del deporte con la seguridad de sus atletas. Mientras tanto, el legado de Cooney como un luchador valiente y talentoso permanecerá en la memoria de quienes lo conocieron y lo admiraron.
Este trágico suceso sirve como un llamado de atención para seguir mejorando las medidas de protección en el ring, garantizando que los boxeadores puedan competir con la mayor seguridad posible. Sin embargo, también plantea preguntas difíciles sobre si es posible eliminar por completo los riesgos en un deporte donde el objetivo es, literalmente, golpear al oponente.
El boxeo seguirá siendo un deporte lleno de pasión y drama, pero la muerte de John Cooney es un recordatorio sombrío de que, detrás de cada combate, hay vidas humanas que dependen de decisiones cuidadosas y protocolos rigurosos para proteger su integridad.