Los tiempos cambian, también el fútbol
Las declaraciones que ha hecho Julio Dely Valdés ha causado revuelo en los medios mexicanos, pero más aún en las figuras que están ligadas al fútbol de ese país.
Los tiempos cambian. Ese es uno de los dichos que más usa la gente a diario, pero pocos saben su significado. Parece que eso fue lo que le pasó a todo un pueblo que a lo largo de la historia ha mandado en Cocacaf, pero ahora tiene miedo de que vengan unos centroamericanos y les dañen la fiesta.
Figuras que antes no le paraban bolas a Panamá, como es el caso de un David Faitelson, comentarista de ESPN que se caracteriza por la polémica, y Cuauthémoc Blanco, exlseleccionado nacional y referente del fútbol mexicano, han caído en la presión y el trabajo psicológico de dos gemelos que comienzan a ser noticia a los largo del continente y más allá; hablamos de los Dely Valdés, quienes están al frente de la selección de Panamá y que le han robado la calma a los amigos aztecas.
Solo Julio hizo una broma acerca de qué himno se cantará esta noche, y le llegó a lo más profundo del ego de una nación que está acostumbrada a hablar más de la cuenta porque según ellos son “meros machos”. Lo cierto es que el tiempo pasa y no “hay mal que dure cien años, no cuerpo que lo resista”. Podríamos decir que esto es como las industrias automovilísticas: los norteamericanos sacan un modelo, los koreanos y japoneses lo imitan y lo hacen mejor. No sería descabellado decir que las potencias del fútbol inventan y nos dicen cómo hacerlo, y nosotros aprendemos a hacerlo mejor.
Llama mucho la atención ver a revendedores fuera del estadio Azteca vendiendo boletos y que digan que hasta esta tarde no se ha vendido mucho porque la gente ya no cree en su selección. ¡Que pena!, eso es lo malo de siempre creer que soy mejor, cuando fallo, la caída es más estrepitosa. En Panamá, gane o pierda la selección, la fanaticada está ahí…
Por: Laureano Barría M.