Las claves o consejos que ofrece el diario La Nación de Argentina para viajar a Rusia

Recomendaciones válidas para los fanáticos en el continente americano.

Las claves o consejos que ofrece el diario La Nación de Argentina para viajar a Rusia
Las claves o consejos que ofrece el diario La Nación de Argentina para viajar a Rusia
Boris Alexander Cruz Caballero
26 de noviembre 2017 - 12:27

El Mundial de Rusia 2018 se jugará a partir del 14 de junio al 15 de julio y desde ya los aficionados panameños pueden ir tomando en cuenta algunos consejos para su viaje a Rusia.

El diario La Nación de Argentina, publicó unos "tips" según experiencia de ellos, una guía práctica que le podría servir a todo viajero que vaya a apoyar a la Sele.

- AL LLEGAR A RUSIA: Lo más probable es que se aterrice en el aeropuerto Sheremetyevo, uno de los tres con que cuenta Moscú. E inevitablemente el viajero se sentirá como en casa, porque decenas de hombres -y alguna mujer--lo abordarán repitiendo una y mil veces "taxi". Y, claro, hay que tomar una decisión, porque de alguna manera hay que llegar a la ciudad.

- ¡CUIDADO CON LOS TAXIS!: Sí, uno podría subirse al Aeroexpress, un tren que en 35 minutos lo deja en la ciudad, en la estación Belorusskaya. Pero el vuelo fue eterno, la ciudad es enorme y, si se viaja en grupo, no habrá demasiado ahorro por tomarse el tren, además del taxi o metro que probablemente se deba abordar en Moscú una vez llegados a Belorusskaya. ¿Entonces? Taxi. ¿Esos de chaleco amarillo que dicen ser -y lo son- oficiales?

- DE NINGUNA MANERA: Los decididos hombres de chaleco amarillo le van a hacer un agujero en el bolsillo. Le querrán cobrar 7600 rublos (unos 125 dólares) por el viaje al centro de Moscú. Si el turista se queja, entonces le dirán que se trata de la tarifa para un coche "business", que hay una "standard" a 5.200 (unos 90 dólares). Es una verdadera mafia de los taxis, ahora amenazada.

- EL CELULAR ES CLAVE: Aproveche el wifi gratuito en el aeropuerto y, antes de abandonarlo, reserve un Uber, que funciona sin restricciones en Rusia. O un Yandex, el Uber local, muy eficiente también. Aguántese, eso sí, música a niveles más que intensos y coches no siempre en un estado razonable de mantenimiento y limpieza. Yandex, que además tiene un puesto (son los de chaleco rojo) en el aeropuerto, le ofrece la posibilidad de optar por diferentes niveles de calidad de coches. Y, en definitiva, habrá gastado entre siete y cuatro veces menos que con los taxis oficiales.

- SÍ, EL CELULAR: Tras ingresar al hotel, airbnb o lo que fuere, la siguiente visita debería ser a uno de los muchos locales de telefonía celular que hay en las ciudades rusas. Cómprese un chip prepago. Por 30 dólares tendrá conexión de altísima velocidad y muy buena capacidad de descarga de datos. Llévese, eso sí, el pasaporte, porque se lo van a pedir.

- IDENTIFICARSE, OBSESIÓN RUSA: Será el Mundial más controlado de todos los tiempos. Aunque los argentinos puedan entrar sin visa, todos aquellos que tengan una entrada para el Mundial deberán registrarse para obtener el "Fan ID", un documento del hincha que colgará del cuello cual acreditación permanente. Sin el Fan ID no se podrá hacer casi nada, y, gracias a él, las autoridades rusas dispondrán de un nivel de control inédito sobre los turistas que lleguen por la Copa del Mundo.

- PACIENCIA, SOMOS GRAN HERMANO: ¿Está caminando por Moscú y cree que Google Maps enloqueció? ¿Cómo es posible que, si estoy viendo el Kremlin desde el otro lado del río, el mapa me instale en el aeropuerto de Vukovo, a 35 kilómetros de distancia? Sí, es posible. El todopoderoso Kremlin utiliza aparatos distorsionadores para bloquear señales. La solución es escribir manualmente la dirección exacta en la que se encuentre uno, nunca apelar a la localización. Con el Kremlin lejos, el celular vuelve a la normalidad.

- INSISTIMOS, SOMOS GRAN HERMANO: Paciencia, mucha paciencia es lo que necesitará al registrarse en los hoteles. Fotocopias, escaneos, chequeos, rechequeos y recontrachequeos. Miles de códigos tecleados. Y muchos papelitos. Guárdeselos todos, porque en algún momento, en general en el aeropuerto, se los van a pedir.

- SÍ, GRAN HERMANO, EN TODAS PARTES: El nivel de controles de seguridad que esperan a los aficionados en el Mundial es inédito. Nunca en la historia una Copa del Mundo fue tan minuciosa en ese aspecto. Amenazada por el terrorismo internacional y el interno, Rusia no quiere dejar nada librado al azar. Apenas pise el aeropuerto, las estaciones de metro y de tren e incluso su hotel deberá pasar bajo un arco de control e introducir sus pertenencias en un escáner. Y luego, los controles habituales de todo aeropuerto. En los estadios, lo mismo: control total.

- ¿Y SI APRENDEMOS RUSO? No es mala idea, aunque es un idioma que duplica su dificultad al utilizar el alfabeto cirílico. Un par de días de estudio bastan para poder leer ese alfabeto. Entender lo escrito es ya otra cosa, mucho más compleja. Una parte muy importante de la población rusa no domina el inglés ni otro idioma, aunque el "Despacito" no da tregua. Si no se quiere aprender ruso, la solución para el Mundial pasa por la aplicación del traductor de Google. Uno habla, y la aplicación traduce por escrito y en voz. Soluciona muchas dificultades. Otra vez, el celular es clave.

- UN LUJO BAJO TIERRA: Es cierto que muchas de sus estaciones son un paseo cultural, verdaderas obras de arte en las entrañas de Moscú. Pero lo más importante en el metro de la capital rusa es su alcance, comodidad y velocidad. Con frecuencias de una formación cada 60 segundos, el flujo es constante.

- VARIANTES SOBRE TIERRA: Aquellos que lleven el Fan ID podrán viajar gratis durante el Mundial, también en los trenes entre ciudades. Aeroflot, la aerolínea rusa, comparte programa de millaje con Aerolíneas Argentinas, aunque ese acuerdo no siempre funciona a la hora del check-in en el aeropuerto. ¡Ah! Y a la hora de caminar las ciudades (o manejar por ellas) hay algo muy importante: los rusos sí saben, a diferencia de los automovilistas argentinos, para qué sirven las sendas peatonales. Puede usarlas sin temor a perder la vida y debe respetarlas si está al volante.

- LAS CUATRO ESTACIONES: No son las del metro, sino las climáticas. Aunque el Mundial se celebrará en pleno verano, las 11 ciudades rusas pueden ofrecer todo el rango de posibilidades. Desde sol intenso y temperaturas por encima de los 30 grados hasta lluvias repetidas, intensos vientos y el termómetro bien por debajo de los 10. La ropa de abrigo es, entonces, inevitable en el equipaje.

- LAS COMPRAS, LA NOCHE, LA COMIDA: Tras décadas de comunismo, los rusos se revelaron como avezados consumistas. Los shoppings de Moscú o San Petersburgo no tienen nada que envidiar a los de Miami, aunque los precios son más altos. La comida, variada y sabrosa. Más barata que en la Argentina, además, sobre todo más barata que en Buenos Aires, en especial fuera de Moscú y San Petersburgo. A la hora de la diversión nocturna, ambas ciudades son una experiencia extrema. Nadie sabe cuándo termina la noche en Moscú y nadie sabe cuándo empieza ni termina en San Petersburgo, porque las "noches blancas" durante el Mundial le darán formato de "loop".

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